Daniel Heredia se confiesa en el prólogo al libro: «Parece imposible que, una vez contraído, el hábito por los libros se rompa sin quebrar al mismo tiempo los demás resortes de la vida. El libro en papel es uno de esos objetos esenciales y quisiera que los lectores de esta obra sintierais conmigo la emoción que produce hablar de ellos. Y es que profeso una incondicional admiración por los libros, una de las creaciones más hermosas. Es, como declara Umberto Eco, uno de esos milagros de una tecnología eterna de la que forman parte la rueda, el cuchillo, la cuchara, el martillo, la olla, la bicicleta».
¡A los libros! 25 entrevistas a profesionales del sector del libro, muestra del amor y el respeto que Heredia siente por ellos, recopila en un volumen, recientemente publicado por La Isla de Siltolá, 25 entrevistas de su blog literario. Arropado por Luis Alberto de Cuenca y un grupo de amigos, entre los que se encontraba Javier Jiménez, de Fórcola, también víctima de sus entrevistas, el libro se presentó en la librería La Central de Madrid el martes 16 de junio de 2015.
«Bien hecha, como tú la practicas, la entrevista es sin duda un género literario». El poeta Luis Alberto de Cuenca iniciaba así la conversación que mantuvo con Daniel Heredia. «Enseguida se nota si está preparada, documentada, si existe un afán de conocimiento».
«Me gusta encontrar a las personas, por eso decido varias horas a prepararlas. No busco un titular, una frase impactante, como sucede en las de promoción, sino entrar en los recovecos del entrevistado», explicó Heredia, quien ha reunido entrevistas presenciales y por escrito. «Cara a cara con el entrevistado las disfrutas más, se convierten en una conversación de varias horas; aunque como siempre las grabo, para plasmarlas lo más fielmente posible, la transcripción requiere de un trabajo largo y minucioso». «Pero las escritas –terció Luis Alberto de Cuenca– permiten pensar con detenimiento las respuestas y presentarlas en el mejor estilo y con mayor corrección. Sin duda dan mejor literatura».
Ambos se reconocen bibliópatas más que bibliófilos («que es más cursi», según De Cuenca) y con manías. Daniel Heredia colecciona libros sobre libros, afición de la que parte una de las secciones más visitadas de este blog. La biblioteca de Luis Alberto de Cuenca, que supera los 35.000 ejemplares («somos unos chalados del libro»), está ordenada por talla «para que se conserven bien y para ahorrar espacio».
«Aunque guste verlos relucientes, no limpien mucho el polvo”, recomendó el poeta. Como ejemplo contó que en Barcarrota (Badajoz) se había encontrado, tras un doble muro, una biblioteca perfectamente conservada, «contenía un Lazarillo de hace varios siglos en perfecto estado. Hay que protegerlos, eso sí, del sol y de la humedad, sobre todo si son antiguos».
Heredia pregunta siempre a sus entrevistados sobre el libro digital. «No me parece un cambio fundamental –sostuvo De Cuenca–. La última revolución del libro se dio en el siglo IV con la aparición en Roma de los códices, que sustituyeron a los rollos. Codex significa precisamente poder pasar las páginas». ¿Y la imprenta? «Supone un salto, indudablemente, pero no para el libro, sino para acercar mayor número de libros a más lectores». Invocando a la imprenta, ¿se conservarán bien los libros actuales? “Probablemente, no –terció Javier Fórcola–; la duda es la tinta offset, por la mezcla de tinta y agua”. Una de las entrevistas recogidas está hecha en el taller de encuadernación de los hermanos Galván, de Cádiz: “allí tuve la ocasión de sostener hace pocos días un tratado de astronomía de 1489”.
Daniel Heredia puso en marcha este “blog personal sobre el mundo de los libros, de la lectura y de la escritura” en 2012. Lo decidió, según cuenta, tras leer el epistolario entre Miguel Delibes y Josep Vergès editado por Destino. “Experimenté una suerte de epifanía: poner en marcha una revista literaria donde las entrevistas tuvieran un lugar predominante y en el que incluiría noticias, reportajes, reseñas, novedades, opinión e información sobre todo lo relacionado con el mundo de los libros”. Resultado de ese empeño es este libro, que contiene las conversaciones son seis editores, catorce escritores, un librero («Juan Manuel Fernández, librero tradicional de Cádiz: una de las entrevistas con más visitas»), unos encuadernadores y tres agentes literarias. «Me interesa especialmente la visión de las agentes, por ser una de las partes más desconocidas de la cadena del libro», explicó Heredia, a quien su presentador, exdirector de la Biblioteca Nacional y exsecretario de Estado de Cultura, afeó no haber incluido «aún» a ningún bibliotecario. ¿A qué personaje imposible te gustaría entrevistar? “A Tintín, sin duda”, respondió Heredia.
Luis Alberto de Cuenca recordó, para concluir, que en la fecha en que este libro se presentaba (16 de junio) se unen dos efemérides literarias: el Bloomsday, que celebra el Ulises de Joyce, y –lo que para él es más importante– el día en que Lord Byron retó a sus amigos a escribir una historia de terror: “16 de junio de 1816, un desapacible verano en Suiza”. De este órdago surgieron dos obras fundamentales para la historia de la literatura: Frankenstein, de Mary Shelley, y el primer relato moderno del vampiro, de Polidori.
Dos amigos charlando sobre libros, dos chalados hablando de sus aficiones.
Isabel Lerma