Hay algo extraño y por tanto cercano en el acto suicida de asomarse a la vida de otra persona. Máxime cuando la ventana a través de la cual oteamos los entresijos de otro ser humano, tan distinto y parecido a nosotros, está enmarcada en las páginas de un libro. Porque la vida se va, pero lo escrito permanece. Entresuelo es una historia que no es una historia …