Las navidades son la gran fiesta anual del consumismo y de los buenos deseos. Pese a la crisis económica y unas perspectivas de futuro poco halagüeñas, los regalos se siguen comprando a ritmo de villancico. Pero, ¿qué regalar cuando no hay mucho dinero para gastar? Libros, sin duda, el mejor obsequio posible, porque producen placer y porque la lectura puede no hacernos mejores personas, pero sí menos necios. Y todo a un precio muy asequible.
En estos tiempos confusos –Melchor, Gaspar y Baltasar vienen ahora de Occidente- en los que los símbolos navideños han ido sucumbiendo uno tras otro a la inventiva de los creadores publicitarios, el azar no es siempre la mejor guía de lectura. Son muchos los títulos que se venden en estos días de frenesí consumista, especialmente libros de campaña y best sellers, y no todos tienen verdadero interés cuando hay amplias opciones con las más variadas tendencias literarias pensables.
Como siempre deseamos acertar con los regalos, con los volúmenes que entran en nuestras bibliotecas, y decidir ante tanta oferta es una ocupación ardua, desde ¡A los libros! queremos ayudar a nuestros lectores con doce recomendaciones de calidad, de seguridad, que no están los tiempos como para errar en la compra. La selección es, como toda selección que se precie, absolutamente arbitraria.
El joven vendedor y el estilo de vida fluido, de Fernando San Basilio. Una de las novelas más desenfadadas, frescas y divertidas de 2012 se puede leer como un libro de aventuras urbanas, y hasta quedarse satisfecho con ese enfoque, aunque otros verán en él la resurrección de un costumbrismo que no cae en el tipismo facilón. El mérito está en cómo lo escribe, como si le viniera la prosa naturalmente, por asociaciones libres y casuales, pero nada más que afectación sería esta espontaneidad, de no estar respaldada por su sabiduría, que selecciona y dirige y mueve los hilos en la sombra, sin que se note. Es aquí donde reside su peculiaridad. Y su genio. (Impedimenta, 16,95 €)
Cuentos completos, de Javier Tomeo, en edición de Daniel Gascón. Con sus 80 años recién cumplidos, Tomeo es sin duda uno de nuestros escritores grandes, aunque posiblemente no sea muy conocido aún por el gran público. Esta monumental obra de casi 900 páginas reúne sus siete libros de relatos y una colección de reescrituras e inéditos bastante generosa, entre los que están varias de sus piezas maestras. Leídos en perspectiva, tal vez el rasgo más característico de esta arriesgada obra breve sea su humor negro. Y el deseo incansable de contar historias inquietantes. (Páginas de Espuma, 29 €)
Una biblioteca de verano, de Mary Ann Clark Bremer, con traducción de Laura Salas Rodríguez. Una de las joyas de 2012 cuya lectura hace cascabelear el espíritu de cualquier amante de los libros. Una nouvelle que se degusta en un par de horas y que convierte el dolor de evocar los extravíos y peripecias de la protagonista en el placer de leer una obra de arte tan concisa como hermosa. D. y La Bienhereuse son dos lugares en los que he sido feliz. Muy feliz. Una biblioteca de verano es uno de esos pocos, infrecuentes libros que uno desea volver a leer en cuanto lo ha terminado. (Periférica, 14,75 €)
Democracia, de Pablo Gutiérrez. Uno de los autores jóvenes más prometedores del panorama narrativo español firma una novela incisiva y crítica con los problemas actuales. El protagonista, Marco, pierde su empleo y se convierte en una de tantas víctimas de este capitalismo inhumano que padecemos. Democracia es una novela bien trabajada, estimulante e imaginativa, plena de peripecias y de gracia, y salseada con un lenguaje fresco. Esta obra es una muesca más que añadir a una trayectoria literaria, la de Pablo Gutiérrez, empeñada en cubrir etapas con precoz voracidad. (Seix Barral, 17 €)
La cabeza en llamas, de Luis Mateo Díez. Cuatro novelas cortas (excepcionales las dos primeras) de una gran variedad de tonos y un breve texto en el que el autor leonés reflexiona sobre sus creaciones es la última entrega de un mito creciente de las letras españolas. Luis Mateo Díez reflexiona sobre la fragilidad del ser humano, la soledad y el desamparo, la locura y la muerte, en 243 páginas que merecen ser leídas sin prisas. El de Villablino es un literato magnífico que confía en la palabra y se abandona a ella. El resultado es de una dignidad apabullante. (Galaxia Gutenberg, 17,50 €)
Huella jonda del héroe, de Montero Glez, Premio Llanes de Viajes 2012. El escritor con pintas de chico duro más interesante del actual panorama narrativo español sigue las pistas del alma del flamenco a través de mitos como Camarón, Rancapino o la Venta de Vargas en este ensayo híbrido. El mundo del arte jondo –el envolvente planeta de las noches interminables y amaneceres inciertos- se nos muestra con una plasticidad exacta, a la luz y al olor marisqueño de la bahía gaditana, por los caminos del Sur, del estrecho de Gibraltar y del norte de África. Trabajo fino y hermosísimo es el de Montero Glez. (Imagine Ediciones, 15 €)
La isla de los sueños. Cádiz 1810-1812, de Paco Periñán. Este gaditano polivalente, que lo mismo se aplica a la literatura que a la dirección de cine o a la imagen, presenta ahora de la mano de Mayi, una editorial emergente, un delicioso libro de relatos sobre la vida de los ciudadanos en el Cádiz del asedio napoleónico. Con qué oficio no estará escrito, que no creo que haya lector que no se interese al instante por saber algo más de aquella trágica gesta. De su corrección, hondura, gracia verbal y honestidad narrativa se puede deducir un futuro prometedor para Paco Periñán. (Ediciones Mayi, 16 €)
Hablar solos, de Andrés Neuman. Si una sensación domina en el lector que se interna en la última novela del escritor afincado en Granada es la de perturbadora. Tres voces (el padre Mario, la madre Elena y el hijo Lito), tres puntos de vista, que provocan una grata sensación de desazón en un montaje sin resquicios donde para contar algo interesante es necesario callarse otras muchas cosas, como Neuman hace magistralmente en sus cuentos y microrrelatos. La obra encuentra sus mejores momentos, según mi opinión, en la voz de Elena. Una novela apasionante que hace pensar. (Alfaguara, 18 €)
Madrid, con perdón, de varios autores. Quince textos de autores “jóvenes” como Mercedes Cebrián, Elvira Navarro, Fernando San Basilio, Esther García Llovet, Carlos Pardo, Juan Sebastián Cárdenas, Jimina Sabadú, Antonio J. Rodríguez, Óscar Esquivias, Natalia Carrero, Grace Morales, Álvaro Colomer, Roberto Enriquez, Jordi Costa y Iosi Havilio, muestran una cartografía literaria sobre el Madrid contemporáneo que recuerda al también libro colectivo De Madrid…al cielo publicado en 2000. Dos elementos integran esta obra colectiva donde se busca el placer literario, no la utilidad: el ser humano y su paisaje. (Caballo de Troya, 16,90 €)
Normas de cortesía, de Amor Towles, con traducción de Eduardo Iriarte Goñi. La protagonista, Katey Kontent, narra en primera persona cómo se adapta a los desafíos de Nueva York en los años treinta, una ciudad de posibilidades, encuentros fortuitos que cambian vidas, bares de jazz y edificios con porteros de uniforme. Esta magistral primera novela de un desconocido autor estadounidense recuerda en muchos momentos a El gran Gatsby, sin que ello sea ni mucho menos desfavorable. El título alude a las reglas del buen comportamiento, y al final del volumen hay un apéndice con ciento diez normas de cortesía de Georges Washington. (Salamandra, 20 €)
Tienes que contarlo, de José Sanclemente. Una de las obsesiones de todo periodista es publicar un libro de ficción, con tapas, muchas páginas y susceptible de ser colocado en una estantería. José Sanclemente firma una primera novela sobre periodistas que resulta entretenidísima, con un trepidante ritmo y que se lee de un tirón. Tal vez no será recordada por su lenguaje, pero leyendo a este experto en medios de comunicación uno va convirtiéndose sin darse cuenta en un personaje más de Tienes que contarlo, lo que es un raro privilegio literario. (Roca Editorial, 15 €)
El sueño del Rey Rojo, de Alberto Manguel. Este escritor tiene el don de convertir en literatura cualquier tema. Algunos de sus libros, sobre todo su excepcional Una historia de la lectura, han merecido no sólo el beneplácito de la crítica sino la buena acogida del público. En esta miscelánea de 39 textos, encontrarán abundantes anécdotas, citas e ideas, todo un compendio de alta chismografía literaria. Sus escritos depararán a quien no haya perdido el gusto por la lectura ese genuino placer de quien abre una ventana y deja entrar el aire en una habitación cargada de humo de tabaco. (Alianza, 22 €)