Marcos Chicot
El asesinato de Pitágoras
Duomo Ediciones (Barcelona, 2013)
672 páginas / 20 €
La primera vez que tuve El asesinato de Pitágoras en mis manos, la verdad, no sabía con lo que me iba a encontrar. El nombre del autor me era completamente desconocido y antes de comenzar su lectura decidí investigar un poco para saber quién era Marcos Chicot. Un vistazo a su biografía me dejó poco menos que con la boca abierta: premio de novela Francisco Umbral, premio internacional literario Rotary Club y finalista en los premios literarios Max Aub, Ciudad de Badajoz y Juan Pablo Forner, entre otros.
Por si fuera poco, la novela El asesinato de Pitágoras fue seleccionada como finalista del Premio Planeta 2012, pero, a pesar de ello, Marcos Chicot no encontró ninguna editorial que se decidiera a apostar por ella y decidió autopublicarla en Amazon. En pocos meses se convirtió en un fenómeno de ventas, lo que no tardó en llamar la atención de varias editoriales que se interesaron en su publicación.
Hay ocasiones en las que alejarte de los círculos literarios más comerciales e importantes tiene su recompensa, y ésta es una de ellas. Es incomprensible que un autor con semejante palmarés a su espalda no haya obtenido aún el reconocimiento que se merece, aunque tras la lectura de El asesinato de Pitágoras no me cabe la menor duda de que no tardará en ser reconocido como uno de los grandes narradores de este país.
Con una prosa muy ligera y un estilo casi cinematográfico, Chicot nos sumerge en una historia brillante que mezcla con gran acierto la rigurosidad de la novela histórica y la emoción de una buena novela policiaca. El resultado es un thriller que traslada al lector al año 510 a.C. y a lugares tan fascinantes como Síbaris, Crotona o Cartago.
Como se puede adivinar por el título, el filósofo y matemático Pitágoras es el eje central de la novela. El asesinato de uno de sus discípulos le hace recurrir a los servicios del investigador egipcio Akenón, quien tendrá que echar mano de todo su ingenio para tratar de desenmascarar al misterioso asesino que ha sembrado el terror en la comunidad pitagórica. Junto a la bella Ariadna, emprenderán una investigación que hará salir a la luz un buen número de conspiraciones, venganzas y cuentas pendientes, complicándose hasta extremos insospechados.
Marcos Chicot tiene el detalle de susurrar al oído del lector las claves y pistas necesarias acompañar a Akenón y a Ariadna en la resolución de los misterios y acertijos que encontrarán en su camino. Esto, unido a la hábil mezcla de lugares y personajes reales y ficticios, convertirá la lectura en una experiencia formidable que atrapa desde las primeras páginas.
A lo largo de la novela, planteamientos tan complejos como la construcción del dodecaedro, el teorema de Pitágoras o la existencia de números irracionales son explicados por Chicot de manera sencilla y satisfactoria, permitiendo al lector seguir la trama sin distracciones y centrarse en el disfrute de la lectura. Del mismo modo, personajes tan complejos y enigmáticos como Akenón, Glauco o el propio Pitágoras son perfilados de forma tan acertada que resulta fácil identificarse con ellos y compartir sus aventuras sin trucos ni artificios. El resultado es una historia magnífica que no da tregua al lector y que se disfruta de principio a fin.
Marcos Chicot ha construido una novela contundente y muy sólida, digna de los paladares más exigentes. Solo queda añadir que el 10% de los beneficios de sus libros son destinados a ONGs que ayudan a personas con discapacidad intelectual y con las que el autor colabora de forma activa. Algo que le honra, sin duda.
Benito Olmo