Dolores Redondo
Legado en los huesos
Destino (Barcelona, 2013)
560 páginas / 18,50 € (rústica) · 12,99 € (epub)
Han bastando dos novelas para convertir a Dolores Redondo en un referente de la novela negra española. Con una prosa ágil, honesta y sumamente cuidada, ha logrado crear una trama adictiva en la que las sorpresas se suceden capítulo tras capítulo, convirtiendo la lectura en una placentera agonía a la que pocos lectores conseguirán resistirse. Legado en los huesos es el segundo volumen de la llamada Trilogía del Baztán, y para disfrutarlo como se merece será necesaria e innegociable la lectura del primer tomo de la saga, El guardián invisible.
Porque si El guardián invisible sorprendió por su frescura y originalidad, en Legado en los huesos la madurez narrativa de Dolores Redondo es innegable. El reencuentro con la inspectora Amaia Salazar y con el resto de personajes se produce de manera natural, sin estridencias que hagan chirriar el argumento. Pero no sólo eso. Las primeras páginas bastan para volver a sumergirnos en una historia cuya intensidad va en aumento a medida que avanzamos en la lectura, huyendo de los clichés y arquetipos que en ocasiones parecen inevitables en este género.
Leer Legado en los huesos es dejarse llevar a un escenario idílico como es el Valle del Baztán, cuyos bosques centenarios son cuna de arraigadas leyendas sobre aquelarres, espíritus del bosque y criaturas mitológicas que velan por el equilibrio de la naturaleza. Dolores Redondo consigue mezclar con maestría la fantasía propia de las leyendas del norte con la crudeza de la investigación criminal, y todo ello documentado con la precisión de un cirujano. El conocimiento del procedimiento policial del que hace gala es exhaustivo y denota un trabajo de fondo admirable, además de dotar a la novela de una verosimilitud y una fuerza imposibles de pasar por alto.
Las fronteras entre realidad y fantasía se difuminan a lo largo de Legado en los huesos, obligando al lector a participar en el juego de luces y sombras en el que se convierte la investigación de los terribles sucesos que dan origen a la novela. Redondo no utiliza trucos, no se saca ningún conejo de la chistera. Ni falta que hace.
A lo largo de ambas novelas seremos testigos de la evolución de la inspectora Amaia Salazar tanto a nivel personal como profesional, y a su lado nos sumergiremos en la parte más oscura de nuestra mente, aquella que los años, la razón y el sentido común se han encargado de silenciar. Dolores Redondo nos da la oportunidad de soñar con la existencia de algo más, reflexiona sobre el peso de la fantasía y las leyendas en nuestra vida cotidiana y plantea una duda razonable sobre la existencia del Mal, con mayúsculas, como algo real y cercano.
En diversos foros se ha comparado a la inspectora Amaia Salazar con la Clarice Starling de El silencio de los inocentes, aunque en mi opinión dicha comparación es injusta. El personaje de Amaia Salazar posee la sensibilidad de Miss Marple, la fuerza de Kurt Wallander y la inteligencia de Harry Bosch, cualidades que la convierten en una heroína irrepetible y en uno de los grandes atractivos de la Trilogía del Baztán.
Legado en los huesos es una novela cruda, dura, mágica y sin concesiones. Los amantes del género negro hallarán en su lectura ingredientes de sobra para saciar su sed de noir, y los que no estén habituados al género encontrarán en sus páginas razones más que de sobra para aficionarse a él.
Benito Olmo