Javier Cercas
Las leyes de la frontera
Mondadori (Barcelona, 2012)
384 páginas / 21,90 € (rústica) · 13,99 € (Epub)
El regreso al universo de la ficción de Javier Cercas, tras el juego de novela y ensayo plasmado en Anatomía de un instante (2010), viene cargado de verosimilitud. Una cualidad que el escritor extremeño ha evidenciado en sus anteriores obras, pero que Las leyes de la frontera pone de manifiesto como en ningún otro capítulo de su jugosa trayectoria. El atributo no camina solo sino que envuelve un modelo con entidad e identidad desde el que Cercas es capaz de abordar distintas situaciones espacio-temporales, ligadas a épocas cruciales de la historia reciente de nuestro país, para revisar desde dentro sus mecanismos literarios mientras despliega su propia lectura de la vida.
En esta ocasión, la Gerona de la Transición se convierte en un territorio narrativo cambiante y decisivo donde, partiendo de un corto plantel de voces, se abre una historia de tinte delictuoso en la que el cuadrado formado por El Zarco, Tere, Ignacio Cañas El Gafitas y el inspector Cuenca marcan la pauta. El poso realista se ve reforzado por la conexión, más o menos cercana, de algunos personajes con modelos reales como El Vaquilla o el propio joven Cercas que parece asomar en algunos momentos en aquel Gafitas.
De hecho, él mismo vivió su infancia en un barrio de inmigrantes de clase media de la ciudad catalana, muy cerca de los albergues provisionales y de los quinquis, de esa frontera cuyo corazón y miseria se huelen en muchas de las páginas de este libro. Fue su visita a la exposición del CCCB barcelonés Quinquis de los 80, en la que se abordaba la producción cultural ligada a aquella detonación de delincuencia, la que actuó de espoleta para despertar en Cercas la recuperación de su origen y experiencia. Una colección de retratos de muchachos muertos de aquella época incluida en aquella muestra fijó en realidad la génesis de la novela: «¿Cómo es que yo no soy uno de ellos?».
Propulsado por esta pregunta, el autor se apoya en un acertado formato de entrevistas para conducir una elaborada historia de diálogos, conducida desde el continuo empuje del recuerdo, que fluye con naturalidad hasta conquistar al lector sin apenas respiro. Novela de pasiones y engaños, de redenciones y esperanzas, de hedonismos y sufrimientos, de mediópatas y listillos, la historia también aborda necesariamente la heroína y el sida como lacras devastadoras de una realidad finiquitada luego por pelotazos y burbujas pero que marcó en su momento el devenir de aquella realidad.
Cercas construye la suya mimando el matiz, dando aire a una ambigüedad que se maneja con tacto y exactitud y cuyo cierre termina arrojando una desmitificadora carga de profundidad a aquellos actores.
Salvador Catalán