Ya les he contado alguna vez lo mucho que me fascina el noveno arte. No sé si a ustedes les gustan los cómics, los tebeos, las historietas o como quieran llamarlos. Pero si todavía no han profundizado en ellos, hoy es el momento de emprender nuevos caminos. Porque los sujetos nos sostenemos con ficciones, unas ficciones que podemos encontrar en la literatura, el cine, la televisión, el teatro o los cómics. O en la mezcla de varios géneros, estableciéndose misteriosos lazos secretos. Es bueno que las fronteras de la creación no se restrinjan a un medio determinado.
Quienes crean en la biografía como género literario están de enhorabuena, porque ¡A los libros! ofrece una selección de diez biografías literarias en formato novela gráfica como celebración de un género pujante –el cómic- y también como homenaje a unos escritores que han dejado marcada su huella, que han creado piedras angulares que no pueden eludirse porque explican su época de tal manera que sin ellos el paso del ser humano por su tiempo no puede ser entendido. Es el caso de los elegidos para este reportaje: Gabriel García Márquez, Federico García Lorca, Boris Vian, James Joyce, Frank Kafka, Zelda Fitzgerald, Harvey Pekar, Henry David Thoreau, Ana Frank y B. Traven.
Sin sombra alguna del tópico libresco, diré que estos escritores me han distinguido con su amistad y que me gustaría corresponderles con mi afecto. Sin duda, lo que nos define no es la universalidad, sino la parcialidad y un punto de vista muy particular sobre la vida. Y la elegancia interior, claro.
Espero que leer estas diez biografías resulte una experiencia enriquecedora. Gocen del privilegio de acceder a ellas, leyéndolas con tranquilidad, en un sillón confortable, fascinados por la maravillosa posibilidad de vivir otras vidas tan ricas.
El idilio entre literatura y cómic se reinventa una vez más.
Gabo, memorias de una vida mágica, de Óscar Pantoja, Miguel Bustos, Felipe Camargo, Tatiana Córdoba y Julián Naranjo. Esta biografía cuenta la vida del escritor colombiano desde su nacimiento hasta la consecución del Premio Nobel de Literatura, haciendo hincapié en el proceso de gestación de la novela que le aupó entre los dioses de la literatura universal: Cien años de soledad. Este cómic no hurga sin embargo en aspectos controvertidos de su existencia, pero se lee muy bien y agarra desde las primeras viñetas. Altamente recomendable. (Sins Entido, 22 €)
La huella de Lorca, de Carlos Hernández y El Torres. Se nos vende como novela gráfica lo que es un conjunto de doce historietas diferentes -y desiguales- ambientadas en momentos históricos separados por el tiempo y por el espacio. Hernández refleja en su primer trabajo publicado el esfuerzo por expresar la visión íntima de un poeta que buscaba su propio entendimiento entre los resquicios de una realidad complicada. El objetivo son historias reales y testimonios que giran en torno a Lorca, pero sin convertirlo en protagonista absoluto ni hacer un relato autobiográfico. El libro está firmado junto al guionista El Torres. Interesante. (Norma Editorial, 16 €)
Piscina Molitor. La vida swing de Boris Vian, de Christian Cailleaux y Hervé Bourhis, con traducción de Laura Salas. Tercera entrega de la excelente colección El chico amarillo auspiciada por la editorial de Enrique Redel. El protagonista es ahora Boris Vian, autor de Escupiré sobre vuestra tumbra, ingeniero, trompetista, crítico de jazz, actor, cantante, director de una casa de discos, poeta, novelista y dramaturgo. Esta historieta combina en sus justas dosis tragedias y alegrías, y se acerca muchas veces a la perfección por su concepción y su belleza. (Impedimenta, 19 €)
Dublinés, de Alfonso Zapico. Esta novela gráfica se centra en la vida de James Joyce y recorre los momentos, conversaciones, penurias y aventuras con las que se fue construyendo la figura del escritor irlandés. El dibujante Zapico aborda con rigor las dificultades creativas y económicas de Joyce en Triste, su azarosa vida en el bohemio París de los años 20, su intensa relación con Nora Barnacle y la publicación, censura, prohibición y posterior encumbramiento de su obra literaria. Este trabajo fue galardonado con el Premio Nacional del Cómic 2012 y lo he leído con un placer como hacía tiempo no sentía al leer ningún libro. (Astiberri, 18 €)
Kafka, de Robert Crumb y David Zane Mairowitz, con traducción de Leandro Wolfson. La vida de Franz Kafka transcurrió en un escenario centroeuropeo relativamente reducido, careció de los cambios y viajes que marcaron la vida de muchos de sus coetáneos literarios y su vida social se limitó a un círculo reducido de amigos. Crumb realiza un espectacular trabajo secundando un texto de David Zane Mairowitz en un cómic a camino entre la novela gráfica y la biografía ilustrada. Los dibujos tienen su sello inconfundible, aunque esta vez prime un tono realista. (La Cúpula, 16 €)
Superzelda. La vida ilustrada de Zelda Fitzgerald, de Tiziana Lo Porto y Danielle Marotta, con traducción de Cuqui Weller. La biografía de Zelda Sayre Fitzgerald, musa y esposa del galáctico Francis Scott Fitzgerald, reivindica y rescata del olvido a esta interesante escritora, una figura destacada dentro de la llamada «generación perdida». Su obra no alcanzó la enorme popularidad de su marido, aunque su calidad literaria está fuera de toda duda. Superzelda es una pequeña joya adictiva que no hay que perder de vista. (451 Editores, 19 €)
Cleveland, de Harvey Pekar y Joseph Remnant, con traducción de Güido Sender. Harvey Pekar convirtió toda su obra en un reflejo escrito -y dibujado- de su vida. En Cleveland, su obra póstuma, nos sigue hablando de él y de su día a día en la ciudad estadounidense donde vivió desde su nacimiento hasta su muerte. Pekar narra con la autenticidad de quien apela y sacude al lector desde una voz absolutamente propia, algo a lo que nos acostumbró con su obra maestra American Splendor. La introducción de este fantástico trabajo la firma Alan Moore. (Gallo Nero, 18 €)
Thoreau. La vida sublime, de A. Dan y Maximilien Le Roy, con traducción de Olalla García. Esta biografía en viñetas del padre de la desobediencia civil y autor de Walden se centra en quién fue Thoreau y por qué siglo y medio después sigue siendo una figura clave en la historia de los Estados Unidos. Thoreau nos atrapa desde un principio sobre todo por su poderosa capacidad para abrir conciencias ante los ojos del lector. El guión lo firma además Le Roy, uno de los talentos jóvenes más prometedores del mercado francés conocido en España por ser el dibujante de otra biografía llevada al tebeo: Nietzsche. (Impedimenta, 19,95 €)
Ana Frank. La biografía gráfica, de Sid Jacobson y Ernie Colón, con traducción de Diego Puls. Este cómic no tiene que ver demasiado con El diario de Ana Frank, porque esta biografía alterna las vivencias de la protagonista con los acontecimientos históricos de la época. Sin embargo, ayuda a comprender la figura histórica de la niña Frank. Buena encuadernación y presentación, fácil lectura, el dibujo cuenta tantas cosas que es una delicia, lo tiene todo para el disfrute del lector a pesar de la tristeza de la historia. La Fundación Ana Frank ha autorizado esta adaptación. (Norma Editorial, 19,50 €)
B. Traven. Retrato de un anónimo célebre, de Golo, con traducción de Raquel Sevilla. Estamos ante la trabajada biografía de un misterioso -y grande, muy grande- escritor que usó en su vida varios seudónimos huyendo de la persecución política. El autor de El tesoro de Sierra Madre o El barco de los muertos se ha convertido en una ficción tan interesante y seguida como sus propias obras literarias, como lo demuestra este estupendo trabajo. Traven tuvo una vida llena de aventuras, desde el activismo político a los trabajos de supervivencia. (Sexto Piso, 23 €)