Anna Soler-Pont, agente literaria.Anna Soler-Pont, agente literaria.

Jorge Luis Borges usaba los sueños como una puerta para deslizarse a una dimensión distinta, paralela e intelectualizada. Anna Soler-Pont usa los sueños para convertirlos en realidad. La vida de esta agente entusiasta gira en torno a la Agencia Literaria Internacional Pontas, una empresa ejemplo de profesionalidad e innovación. Pero antes de ocupar sin ruido uno de los podios de la intermediación literaria/editorial, esta mujer ha recorrido miles de kilómetros por los continentes africano y asiático para descubrir nuevas voces. Es, indiscutiblemente, una persona distinta. Quizá desde el principio. Quien conoce su biografía y sabe de su trabajo, no duda que Anna Soler-Pont es una de las grandes agentes nacidas en este país.

Su vida parece que cambió en octubre de 1991, en El Cairo, cuando conoció al escritor y Premio Nobel de Literatura Naguib Mahfouz. ¿Qué significó ese mes y esa persona en su trayectoria profesional?

Esa estancia en El Cairo lo cambió todo, modificó totalmente el rumbo de mi vida profesional. Naguib Mahfouz me dijo que él ya era muy mayor (aunque murió quince años más tarde, en 2006), que el Nobel no significaba nada y que si quería conocer a escritores importantes debía acompañarle a un café a orillas del Nilo, en el centro de la ciudad, donde encontraría a autores mucho más jóvenes y que ahí estaba el futuro… Y claro, le hice caso, fui y ahí empezó todo.

Y en 1992 puso en marcha su agencia literaria, aunque sus comienzos como agente fueron totalmente autodidactas…

Cuando imprimí mi primera tarjeta de visita como agente literaria tenía 24 años y nunca había trabajado en una agencia literaria, sólo en editoriales. Era arriesgado. Pero me dediqué a escuchar y observar mucho los pasos de profesionales que admiraba… y a seguir siempre mi intuición. Los primeros años fueron muy difíciles, tuve que compaginar la agencia con otros trabajos de freelance para financiarla. En la actualidad Pontas tiene tres socios: Ricard Domingo, Marc de Gouvenain y yo.

En Pontas representan a una selección de autores internacionales, lo que les diferencia de otras agencias españolas. ¿Qué buscan con esa proyección internacional?

Pontas siempre ha tenido una clara vocación internacional. Empezó representando autoras árabes, del África subsahariana, del Pacífico… De hecho no fue hasta 1996 que se incluyó en el catálogo la primera autora española: Susana Fortes. Es un gran honor y algo muy especial para mí que todavía siga confiando en Pontas! El objetivo de Pontas siempre ha sido tender puentes entre literaturas, dar a conocer voces literarias de un rincón a otro del mundo.

En 2013 se creó Pontas Films, empresa separada de la agencia literaria pero propiedad de los mismos tres socios de la agencia Pontas. ¿Cómo termina lanzándose a la producción fílmica?

Fue una decisión muy meditada por los tres socios. Después de años acercándonos al mundo audiovisual como agentes, vendiendo activamente derechos de adaptación de novelas que representábamos y siguiendo el proceso de desarrollo y producción de cerca, decidimos dar el paso y convertirnos en productores.

¿Qué cualidades se necesitan en la actualidad para ser agente literaria?

Antes que nada hay que ser una persona muy responsable, porque nuestra principal misión es representar a un escritor o escritora ante cualquier situación y gestionar su carrera literaria y su economía. Una parte de nuestra actividad es muy solitaria y otra es muy social, y las dos son igual de importantes. Hay que estar dispuesto a leer mucho, y no solo en horario laboral. Hay que saber comunicar bien, por escrito y personalmente, redactar cientos de emails y cartas cada semana… Saber vender, porque de lo que se trata es de convencer a los editores de que hay que publicar ese texto. Y convencer a los productores de que dentro de ese texto hay una película o una serie de televisión. En nuestro caso, hay que hablar y escribir varias lenguas (inglés, por supuesto). Y saber negociar, Y te tiene que gustar hacer la maleta y viajar muy a menudo, superar jet lags y cambios de clima, ir a ferias de libro, festivales literarios, mercados de cine…

¿Por qué la inmensa mayoría de las agentes en España son mujeres?

Esta pregunta me la han hecho muchísimas veces y nunca la sé contestar. Somos mayoría en todo el mundo. Pero nadie sabe por qué. Aunque los agentes con más poder son hombres, sobre todo anglosajones.

¿Cuántas personas trabajan con usted en Pontas?

En la actualidad el equipo de Pontas lo formamos diez personas, entre agentes, contables, responsables de contratos, secretaria… Y no paro de decirlo: es un verdadero dream team, el equipo de mis sueños. Somos seis mujeres y cuatro hombres, de cuatro nacionalidades y que abarcamos distintas generaciones, nacidos entre 1992 (el mismo año en que se fundó la empresa) y 1947. Un equipo intergeneracional e internacional como el nuestro es muy interesante porque se complementan muchas experiencias y puntos de vista y los unos aprendemos de los otros diariamente.

¿Cuántos escritores representan ustedes en estos momentos?

En la web actual de Pontas hay 60 autores. Son los autores para los que estamos trabajando en estos momentos. Pueden parecer muy pocos si se compara con otras agencias, pero son muchos si se tiene en cuenta el altísimo nivel de dedicación y atención personalizada que ofrecemos a cada uno.

¿Cuál es su criterio a la hora de aceptar a un escritor en su agencia?

Ahora las decisiones para aceptar un nuevo autor o autora las tomamos entre todo el equipo. La premisa es que como mínimo dos agentes estén totalmente convencidos de las posibilidades del texto y de quererlo vender y defender internacionalmente. Pero también que tengamos capacidad para atenderle y dedicarle el tiempo que requiera sin mermar el trabajo de los autores ya representados.

¿Sin agente es casi imposible ahora publicar en una gran editorial?

Dependiendo del país, así es. En algunos países, como Estados Unidos, es casi imposible que los editores compren los derechos directamente a un autor; simplemente no quieren hablar de dinero y contratos con ellos. Y el hecho de que una novela llegue a través de una agencia literaria les da una cierta garantía, porque saben que ha pasado un filtro, aunque siempre sea subjetivo. Las agencias nos jugamos nuestra reputación si no proponemos textos de una cierta calidad e interés, y los editores esto lo tienen muy en cuenta.

¿Están los agentes literarios al servicio de los escritores, o es al revés?

Los agentes siempre estamos al servicio de los escritores porque ellos pagan nuestros servicios.

¿Se les ayuda también a mejorar sus textos?

Ayudar a los autores a trabajar sus textos antes de presentarlos a los editores es una parte muy importante de nuestro trabajo. Al ser varios agentes en el equipo de Pontas, podemos ofrecer diferentes lecturas en los distintos estadios del manuscrito o de las distintas versiones, así cada uno puede leerlo con “ojos frescos”.

¿Cómo convive con la vanidad de los autores?

¡Procuramos trabajar para autores lo más normales, amables, agradecidos y educados posible!

¿Cuál es su mayor alegría hasta el momento como profesional?

Haber podido pasar de un proyecto autodidacta y unipersonal a un proyecto empresarial sólido, con la ayuda indispensable de mis dos socios, Ricard Domingo y Marc de Gouvenain. La lista de alegrías empieza a ser larga, ¡por suerte! Desde el presente hacia atrás: el éxito que ha tenido También esto pasará de Milena Busquets; el gran éxito de la “Trilogía del Baztán” de Dolores Redondo; haber conseguido ser la agente de Susan Abulhawa, la autora palestina más interesante de la literatura contemporánea; haber podido representar a autores como Raimon Panikkar, Pramoedya Ananta Toer, Josep Palau i Fabra y Yasar Kemal, los cuatro ya fallecidos: aprendí mucho de cada minuto a su lado y eso queda para siempre.

¿Qué esconde la palabra publicar?

Transmitir, comunicar, llegar al otro.

¿Cuál es el modo más eficaz para publicar un primer libro?

No hay fórmulas. Cada primer libro es único y tiene una historia única.

¿Se rechazan los manuscritos porque no tienen calidad literaria para ser publicados o porque no tienen perspectivas comerciales?

Por ambas cosas. A veces incluso –y me refiero a la agencia Pontas- por no tener capacidad para poder dedicarles el tiempo que merecen: preferimos rechazar un buen manuscrito que trabajar mal, y los autores ya representados siempre tienen prioridad y nuestro compromiso.

¿Qué papel juega la promoción de una novela en estos momentos?

La promoción es importante pero no hay campaña más eficaz que las recomendaciones que nos hacemos los unos a los otros, el boca a oreja, los twits entusiastas de los lectores anónimos. Esa es la campaña que todos deseamos que tenga lugar y cuando ocurre es fantástico.

¿Qué piensa de la autopublicación?

Es una fórmula tan lícita como otra. Y si alguien no consigue publicar en una editorial comercial y quiere autopublicarse me parece muy bien.

¿Qué géneros literarios venden bien ahora?

Lo que diga ahora puede cambiar dentro de un mes. Por suerte, nunca se sabe. Si una novela gusta, sea del género que sea, se vende.

¿Conseguirá el formato digital arrojar al libro en papel al olvido?

Depende del tipo de libro: los libros de texto serán cada vez más digitales (por la simple razón de que no hay pasta de papel suficiente en todo el planeta para imprimir libros para los millones de niños y niñas escolarizados en países como India o Brasil). Y la ficción seguirá imprimiéndose, porque una mayoría así lo prefiere.

Rastros de sándalo

La era digital está generando nuevos modelos, desde el proceso de creación hasta la relación autor-lector. ¿Cuál es su opinión al respecto?

La era digital cambia modelos de creación en todas las artes e ir contra eso es imposible. Es fascinante ver cómo alguien empieza tomando notas a lápiz en una libreta, luego lo dicta y se convierte en un texto en pantalla, que puede continuar escribiendo en un Ipad, en un ordenador, pasarlo de soporte en soporte…

¿Están concedidos de antemano todos los premios literarios?

Los premios tienen unos jurados que responden por ellos. A ellos habría que preguntarles.

¿Qué es un libro que no se lee?

Una historia desconocida.

¿Qué significa la escritura para usted?

Algo sin lo cual no podría vivir.

Ha publicado hasta el momento dos libros: una novela y una antología de cuentos africanos. ¿Tiene pensado seguir escribiendo?

También escribí un guion cinematográfico, que acabó produciéndose (y fue nominado al Goya y obtuvo la medalla del Círculo de Escritores Cinematográficos, que me hizo mucha ilusión). Ahora tengo a medias dos guiones de largometrajes que me gustaría ver convertidos en películas durante los próximos… diez años (¡el cine es lento!). De momento no creo que vuelva a escribir otra novela.

En las solapas de sus libros y en otros espacios destaca que usted ha viajado por los cinco continentes en busca de autores y de historias humanas…

Así ha sido. Viajar por el mundo, junto con la literatura y el cine, es mi otra gran pasión. Y me ha servido para constatar que las historias que se escriben en un lugar u otro del planeta no son tan distintas las unas de las otras. Seamos de la cultura que seamos, nos mueven las mismas pulsiones y los mismos temas. Lo que cambia es el punto de vista, la forma de contarlo. Eso es lo que me gusta encontrar.

La India es para usted…

Uno de los países que más me ha dado, donde más tiempo he pasado desde que fui por primera vez en 1992 y donde sé que seguiré yendo, por un motivo u otro.

¿Cuál fue su último gran viaje?

Depende de lo que se entienda por «gran» viaje. Hace poco más de un año que fui a Nueva Zelanda para visitar autores, editores y amigos, y no se puede ir más lejos de Barcelona… Pero ir a Cadaqués (que solamente está a unos 150 kilómetros de mi ciudad) para comer un arroz de cabra de mar espectacular en el que era el restaurante favorito de Esther Tusquets, brindar por el éxito de También esto pasará con Milena Busquets y otras cuatro personas cercanas, visitar juntos el cementerio donde empieza la novela, fue un grandísimo viaje que recordaré siempre.

¿A qué le tiene miedo?

Procuro vivir sin miedo. Pero me dan miedo las guerras y la violencia.

¿Cómo es una de sus jornadas laborales?

¡Por suerte no hay ni una igual a la otra! ¡Y debo decir que adoro los días que paso enteros en mi oficina, que es un espacio que me gusta mucho!

¿Quién es Anna Soler-Pont?

Creo que es una persona con mucha curiosidad, perseverante y responsable.

¿Por qué leer?

Para aprender y para vivir otras historias.

¿Leer es vivir?

Sin duda.

¿Qué ha aprendido de sí misma leyendo que no hubiera podido aprender sin la lectura?

Que nunca me canso de leer.

¿Cuáles son las claves de un buen lector?

Que lea por placer. Forzarse si un libro no entra es lo peor.

¿Qué tipo de lectora es?

Ecléctica. Me gustan cosas muy distintas. Y hay que tener en cuenta que leo por trabajo y por placer, que no siempre es lo mismo.

¿Cuántas horas diarias dedica a la lectura?

¡Uf! ¡Cada día es distinto! También me dedico mucho a la gestión y a la venta de derechos.

¿Cómo se debe leer: en voz baja, en voz alta o sin voz?

Si se está rodeado de gente, mejor en silencio, ¿no?

Para leer no puede faltarle…

Tiempo.

¿Cuál es su sitio preferido para leer?

Un avión, con muchas horas de vuelo por delante sin interrupciones. En los aviones suele haber mucha gente, pero también mucho silencio.

¿Quién le enseñó a leer?

En el sentido de elegir lecturas, quien me enseñó a leer fue una profesora de Primaria (entonces EGB), Marta Luna, que se ocupaba de la biblioteca de la escuela.

¿Cuál fue ese libro que le convirtió en lectora?

La serie de Los Cinco de Enid Blyton y la de Kasperle de Josephine Siebe. Los devoré todos a partir de los seis o siete años…

¿Conserva los libros que la enamoraron de pequeña?

Algunos, pero pocos. Me gusta que los libros circulen.

¿Quiénes son sus autores favoritos y qué lecturas recomendaría?

León el africano de Amin Maalouf y El amor en los tiempos del cólera de Gabriel García Márquez me marcaron mucho y los recomiendo constantemente. Dos grandes clásicos contemporáneos.

¿Qué libros está leyendo en estos momentos?

Manuscritos de autores y autoras todavía desconocidos…

¿Qué libro reciente no ha sido capaz de terminar de leer?

¡No voy a decirlo aquí!

¿Con cuál se ha emocionado últimamente?

Blitz de David Trueba. Me emocionó, sobre todo el final, pero también me hizo reír en varios momentos (y cuando esto ocurre, también emociona).

Todo el mundo afirma que en España no se lee…

Pero se lee más que nunca antes en la historia de este país. Deberíamos fijarnos también en esto y no ser tan negativos (sin olvidar que estamos al final de la lista de los países lectores de Europa).

¿Qué es el libro para usted?

Uno de los objetos más interesantes que se han inventado jamás.

¿Cuál es su relación ahora con los libros?

Muy intensa: les debo mucho, a cada uno de los que forman parte de mi vida personal y de mi vida profesional.

¿Quién le educó en el amor a los libros?

Mis abuelos maternos, que tuvieron que abandonar la escuela siendo todavía niños para trabajar en fábricas textiles y me transmitieron el valor de la formación.

¿Cómo cuida usted sus libros?

Los cuido poco. Están ahí.

¿Los presta?

Prefiero regalarlos o no prestarlos. No me gusta estar pendiente de que alguien me devuelva un libro que no quiero perder de vista.

¿Prefiere los libros recién sacados de la imprenta o los volúmenes antiguos?

Depende del libro. En la agencia, un momento especial es la llegada del primer ejemplar de un libro de un autor o autora recién salido de imprenta.

¿Dónde suele compra los libros?

En librerías convencionales.

¿Qué opina de las librerías tipo Fnac, Casa del Libro o La Central?

Es muy importante que existan y que nos duren muchos años.

¿Cuál es su librería de cabecera?

Me gusta ir cambiando. Pero hay grandes libreros y libreras que admiro y sigo.

¿Visita las librerías de viejo?

Ahora poco.

¿Cuántos libros suele comprar en un año?

No los he contado nunca.

¿Cuál es su posesión libresca de la que se siente más orgulloso?

Todos los libros que se han publicado gracias al trabajo del equipo de Pontas.

¿Alguna manía u obsesión con los libros?

Llevar siempre alguno conmigo, tenerlos cerca, regalarlos si me han gustado…

¿Posee ex libris?

Me hice uno de adolescente… y nunca más.

¿Están sus libros limpios de notas y subrayados o los marca de alguna de manera?

No puedo evitar subrayar algo o doblar la esquina de una página donde hay algo que me gusta o llama la atención.

¿El libro en papel será en el futuro un objeto de lujo?

En muchos países del mundo ya lo es ahora.

¿Qué opina de ese fenómeno comercial que es la Feria del Libro?

Cuantos más eventos se organicen para acercar los libros a los lectores, mejor.

¿Ha practicado en alguna ocasión el bookcrossing?

Muy a menudo. Me gusta hacer lo que en Pontas llamamos “bookcrossing salvaje”: dejamos un montón de libros en un banco de la calle para que los coja quien quiera (el problema del espacio, ya sabe). A veces están en coreano o vietnamita y es divertido espiar de lejos y ver que, igualmente, enseguida pasa alguien, los mira y se los lleva.

¿Tiene libro electrónico? Y si es así, ¿cuál?

Un Sony Reader y el Ipad, que también va bien para leer. Pero por puro placer, para leer una novela que no tiene nada que ver con la agencia ni con autores representados, me gusta leer en papel.

¿Qué opina sobre el libro electrónico?

Es un soporte como otro. Lo importante es leer donde a cada uno le vaya mejor. Y la imposibilidad de que haya suficiente pasta de papel en el mundo para imprimirlo todo hace crucial la existencia de soportes de lectura electrónicos.

¿Cómo luchar contra la copia ilegal de libros electrónicos?

Con multas muy altas, con sanciones graves. Los políticos deberían dar máxima prioridad a este tema. La piratería se combate con buenas leyes y con gobiernos que estén dispuestos a aplicarlas. Y con más educación.

Su biblioteca es…

Un ejemplar de cada uno de los libros que se han publicado a través de mi agencia literaria. Están en mi oficina. Más de 1.200 en 23 años… Hace años decidí (junto con mi marido) no tener biblioteca familiar de miles de ejemplares en casa, aunque evidentemente no podemos evitar tener muchos libros a nuestro alrededor.

¿Cuántos volúmenes contiene?

La biblioteca de Pontas tiene 1.209 libros, publicados entre 1994 (dos años después de fundar Pontas) y hoy [23 de marzo de 2015]. El ritmo de crecimiento de la biblioteca cada vez es más rápido: de media, añadimos dos libros a la semana.

¿Cómo debe formarse una biblioteca?

Como a cada uno le apetezca. No debería haber criterios.

¿Cuál es el número idóneo de libros para esta biblioteca?

Para la biblioteca de libros publicados gracias a la mediación de Pontas: ¡ilimitado!

¿Qué género predomina?

La novela.

¿La tiene ordenada?

Por orden de publicación, desde 1994 hasta hoy. Cada ejemplar va marcado con un número en el lomo.

¿Cómo la clasifica?

De interesante y muy especial.

¿Sólo tiene libros en las baldas o también acumula objetos, fotografías u otro tipo de fetiches?

Lo que considero la biblioteca de archivo de los libros publicados a través de Pontas, solamente tiene libros. En otros rincones y en casa, los libros conviven con fotos y objetos.

¿Alguna peculiaridad?

Tienen una importancia especial los libros en árabe de las primeras autoras que conocí en El Cairo en 1991.

¿Qué libros le faltan en su biblioteca?

Muchísimos, claro.

¿Posee libros heredados de su familia?

Algunos de mis abuelos que sobre todo tienen valor sentimental.

¿Hace expurgo en su biblioteca con frecuencia?

Por supuesto, constantemente, por cuestiones de espacio. Me gusta regalar los libros una vez los he leído, guardo pocos. Dono libros a bibliotecas de escuelas e institutos públicos muy a menudo.

¿Visita usted como usuaria las bibliotecas públicas?

En algunas épocas, las frecuenté mucho. Y, por si acaso, siempre llevo el carnet de usuaria de la red de bibliotecas de Barcelona encima (que es uno de los grandes logros de mi ciudad). También me gusta visitar bibliotecas de otras ciudades, observar a la gente ahí.

¿Cuál es el libro más caro de su biblioteca?

Un libro muy antiguo que me regalaron en Etiopía, manuscrito sobre pergamino y con ilustraciones.

¿Y el más raro?

Un libro de artista titulado Incendis del que sólo existen cinco ejemplares, con litografías de Frederic Amat y textos de Vicenç Altaió.

¿Qué biblioteca ha visitado y le ha fascinado?

La de Alejandría, en Egipto, por lo que significa.

¿Qué biblioteca le gustaría visitar?

Las que todavía no existen en muchas ciudades del continente africano, por ejemplo…

Anna Soler-Pont (Barcelona, 1968) es agente literaria. Estudió Filología Árabe en la Universidad de Barcelona mientras desarrollaba distintos trabajos principalmente dentro del mundo editorial. En 1991 descubrió la figura del agente literario y decidió hacerse su propia tarjeta. Asistió al Salon du Livre Euro-Arabe en París (mayo 1992), a la International Feminist BookFair en Ámsterdam (junio 1992) y empezó a continuación un largo viaje en coche de Barcelona a New Delhi, cruzando Turquía y Kurdistan, Irán y Pakistán, para visitar editores y escritores por toda la India. Fue a la Feria del Libro de Frankfurt por primera vez en octubre de 1992, donde, sin ninguna cita previa, empezó a aprender sobre el negocio de los derechos de autor mientras intentaba vender las novelas de autoras africanas y asiáticas desconocidas. Ahora dirige Pontas Literary & Film Agency, haciendo también de puente entre la literatura y el cine. Ha publicado la novela Rastros de sándalo (Planeta, 2007), la antología Cuentos y leyendas de África (Planeta, 2006) y el guión cinematográfico Rastros de sándalo. Página web.