Tengo muchas pasiones –el cine, la moda masculina, Nueva York, Tintín, el jazz, los cómics, Woody Allen, Sherlock Holmes, el FC Barcelona…– pero posiblemente por ninguna sienta la misma intensidad, entusiasmo desesperado y pulsión religiosa que por los libros, por la literatura. Quizá porque ninguna pasión me hace tan feliz y porque posiblemente ninguna me posibilite mejor habitar …