La novela Los hemisferios es una imagen partida en dos, dos novelas complejas, dos historias que parecen la misma, pero que realmente no tienen nada que ver. Una, la de Gabriel, la de Vértigo, ordenada y cabal, la otra, la de María, la de Ordet, salvaje y onírica. Así que pensé: si sus protagonistas pueden permitirse un ataque de singularidad selectiva, ¿por qué no escribo …