Cubierta Retrato de Baroja con abrigo

Jesús Marchamalo

Retrato de Baroja con abrigo

Nórdica (Madrid, 2013)

40 páginas / 6,95 €

Soy barojiano. Y marchamaliano. Si unimos en un mismo libro a Pío Baroja y a Jesús Marchamalo, imagínense el placer. La editorial Nórdica acaba de publicar un opúsculo de 40 páginas donde Marchamalo, el de los libros, pergeña unas reflexiones amables, un retrato a vuelapluma, anécdotas en una palabra, sobre el escritor vasco que ocupa un lugar ilustre en la historia viva de la literatura española.

Baroja dejó escrito en sus Memorias: «Yo creo en la autenticidad de la anécdota, sobre todo cuando no hay un interés político o económico en inventarla». Y si Baroja creía en la autenticidad de la anécdota, qué mejor manera –habrá pensado Marchamalo- de rendirle homenaje que con este bellísimo volumen de anécdotas repletas de mucho humor. Porque para Baroja el sentido del humor fue el mejor antídoto contra cualquier forma de sacralización.

Retrato de Baroja con abrigo habla del amor hacia los gatos del autor de Las inquietudes de Shanti Andía, de su poco gusto al dispendio, de sus abrigos, de sus muebles o de su etapa como panadero, lo que perfila bien al personaje barojiano. El librito contiene además diez magníficos grabados en blanco y negro de Pío Baroja, obra del ilustrador oscense Antonio Santos, que complementan al texto.

Cuando se trata de escritores como Jesús Marchamalo, no tiene demasiado sentido hacer distinciones entre ensayo y ficción. Escriban sobre lo que escriban, ese tipo de autores están siempre contando historias al mismo tiempo que reflexionan sobre lo que cuentan. Algo parecido a lo que le sucedía a Pío Baroja, que concibió la literatura como quien concibe un refugio que fuera, a la vez, un espejo íntimo.

Últimamente, las propuestas más rompedoras en material editorial no vienen, como debieran, de la mano de las editoriales con más medios económicos, sino de las independientes y pequeñas, como es Nórdica, que gracias a su editor Diego Moreno está trabajando con mucho gusto y bastante sentido común el mundo de la edición española al realizar una labor primorosa, especialmente en sus libros ilustrados.

En esta colección se publican obras de los grandes autores de la literatura universal, acompañados de ilustraciones de artistas españoles y de otros países. Según recoge la página web de Nórdica, «estamos convencidos de que realizar ilustraciones en encuadernación de lujo es la mejor manera de hacer aún más atractivas e imperecederas estas obras maestras».

Con Retrato de Baroja con abrigo, Pío Baroja continúa en la mesa de novedades de las librerías como el escritor actual que es, donde temas como el respeto a la mujer, el horror por la maldad que proviene del fanatismo o la decidida bondad ante lo humilde lo colocan en primera línea de los intereses de muchos lectores.

Si resulta bastante frecuente –afortunadamente- la publicación de libros de/sobre Baroja, en los últimos meses estamos viviendo una oleada extraordinaria, con La busca (Alfaguara) o Semblanzas (Editorial Caro Raggio). Leamos a Pío Baroja, pues constituye un motivo de alegría por la celebración de la literatura misma. Y leamos Retrato de Baroja con abrigo, un opúsculo para releer y remirar con el que disfrutaremos una barbaridad. Quizás no haya originalidad más divertida que la que se levanta con anécdotas.