
El oficio de librero es uno de los más útiles y hermosos que existen. En Cádiz, una librería clásica como Manuel de Falla cuenta con un librero de vocación, Juan Manuel Fernández, con 40 años de profesión que se han cumplido en estos días. Una persona con instinto, meticulosa y leal a sus hábitos, que tiene pasión por su trabajo y a la que nadie le ha regalado algo. A su lado siempre, Manuel Romero Toledo, con quien lucha cada día para salir adelante como buenos compañeros de aventuras. No hay placer tan grato como sentarse al lado de Juan Manuel Fernández y mantener un conversatorio, como lo llama Gabriel García Márquez, observando cómo calibra las palabras antes de formularlas.
¿Es el de librero el oficio más hermoso del mundo?
En muchos momentos no lo cambiaría por ningún otro: cuando eres capaz de abstraerte del trabajo cotidiano y mirando las estanterías reflexionas sobre las maravillas que ha dado como fruto el pensamiento humano y que muchas de ellas están recogidas en los libros que te rodean. Cuando te emocionas con nuevos libros que valoras por sus textos, ilustraciones, encuadernación. Cuando es de un autor amigo, con el cual compartes la alegría del nacimiento de su nueva obra. Cuando se establece con el lector un acercamiento personal teniendo al libro y a la lectura como punto de encuentro. Cuando percibes en la mirada del lector la gratitud por haberle conseguido ese libro que necesitaba cuya localización era compleja, etcétera.
¿Ha cambiado mucho la profesión desde aquel 18 de enero de 1973 cuando usted empezó a trabajar como librero?
Pues sí que ha cambiado, sobre todo en lo que respecta a los cambios posibilitados por las nuevas tecnologías. Antes, para llevar un mínimo control de las existencias, tenía que realizar una ficha por cada libro donde anotabas los datos precisos para controlar ese título. Hoy, la mayoría de la información que necesitas la tienes pulsando el teclado del ordenador. Esto facilita una mayor conexión con los lectores pues a través de esta herramienta tenemos siempre tienda abierta e información de los fondos existentes en nuestras librerías, posibilitando con ello la opción de recibir solicitudes lo cual antes era muy limitado.
¿Habrá vivido muchas anécdotas durante estos 40 años de profesión?
Innumerables y desgraciadamente olvidadas casi todas. Me arrepiento mucho de no haber tenido tiempo de ir tomando nota de mis vivencias libreras ya que tendría mucho que contar aunque sólo fuese para pasar un divertido rato con mis amigos. De las que me acuerdo con interés, todas son de larga redacción. Para poner una en la que no me tenga que extender demasiado contaré que teniendo la librería repleta de cajas y casi no habiendo sitio para pasar, nos visitó un lector que tenía que ayudarse de dos muletas para caminar. Lo hizo como pudo, recopiló una buena porción de libros y al pagar su compra quise disculparme por la poca comodidad que ese día había encontrado para poder desplazarse entre las cajas. Su respuesta nos hizo sonreír a todos pues fue expuesta con mucho humor: “No sabes tú el gusto que da rozarse con cajas que sabe uno que están llenas de libros”. Esta anécdota se la conté a nuestro buen amigo y escritor José Manuel Benítez Ariza, el cual la reflejó en su blog (recogido posteriormente en su libro Señales de humo, página 217), significando finalmente haber descubierto una nueva modalidad de perversión: el libridinoso.
¿Cuál es la filosofía de la librería Manuel de Falla?
Una gran mayoría de los fondos que tenemos en nuestra librería refleja perfectamente el perfil de librería cultural que desde el principio queríamos conseguir. Un porcentaje altísimo de los libros que hay en existencia ha sido valorado y seleccionado uno a uno, realizando esta selección con un cierto grado de exigencia en cuanto a autores, temas, etc. Esto nos permite ofrecer una bibliografía cualificada y posibilita tener una manifiesta diferenciación con respecto al ofrecimiento de otras librerías donde otro determinado tipo de libro es el predominante. Esta diferencia de calidad la agradece enormemente el buen lector y es lo primero que resalta cuando hace alguna referencia hacia nuestra manera de trabajar o hacia nuestros fondos bibliográficos.
¿Recuerda cuando fue la primera vez que se sintió librero?
Antes de empezar a trabajar la librería, yo era lector asiduo. Al margen de las lecturas afines a los niños de mi generación: El Capitán Trueno, El Jabato, Hazañas Bélicas, etcétera, mi primera lectura –a los catorce años- fue Don Quijote de la Mancha en edición íntegra, sin adaptación alguna. Luego vinieron muchas lecturas más, sobre todo poéticas: Hernández, Lorca, Neruda, Machado, que me facilitaba un amigo pues en casa no teníamos biblioteca. No era lo primordial para unos padres de clase trabajadora, que con tres hijos de corta edad y soportando el dolor de una separación no deseada de sus raíces, tuvieron la valentía suficiente y ofreciendo su total entrega emigraron desde un pequeño pueblo gaditano, Vejer de la Frontera, a una gran ciudad como Valencia en busca de un mejor futuro para esos hijos. Con este principio de respuesta imaginarás la ilusión con la que comencé a sentir la profesión. Creo que desde el primer día fue así. La madurez librera creció y se acentuó con el tiempo.
¿Qué aprende el librero de los lectores?
Si eres receptivo y la comunicación con tus clientes es fluida, algo que siempre he puesto en práctica, el aprendizaje de algunas disciplinas la tienes asegurada. Las horas más lúcidas del día son aquellas en las que desarrollo mi labor de librero, y gran torpeza sería desaprovecharlas no practicando el arte de conversar con aquellos que, seguro estoy, son los mejores y más exigentes lectores de la ciudad. Esta práctica ha sido muy efectiva por ejemplo en cuestiones literarias dado que el intercambio de opiniones y conocimientos sobre autores u obras leídas ha permitido que los contertulios hayamos enriquecido nuestro acervo. Recuerdo con especial emoción la lectura de la novela epistolar de la autora Helene Hanff 84, Charing Cross Road que me recomendó leer mi buena amiga y gran lectora Isabel Figueroa. Serían interminables los ejemplos que podrían seguir.
La venta de libros ha bajado considerablemente en los últimos meses. ¿Saldremos de ésta?
Podríamos decir que es así no en los últimos meses sino en los últimos años. Tenemos un factor a favor y es que el gremio librero nunca ha sido un gremio boyante en beneficios, por lo que estamos acostumbrados a estar en el filo de la navaja. Algunos miembros de esta gran familia no han podido superar la profunda crisis que sufrimos y han tenido dolorosamente que doblegarse y cerrar sus establecimientos libreros, pero seguro que la mayor parte resistirá y finalmente podremos salir de esta coyuntura. Sorpresivamente, añado, también en estos tiempos hemos asistido a felices nuevas aperturas.
¿Matará el libro electrónico a la librería clásica?
Rotundamente no. La librería clásica y de fondo ofrece unas temáticas que son mucho más factibles y prácticas de ser leídas en formato de papel. El electrónico, entiendo, se presta mucho más a la lectura de narrativa de la que es fácil olvidarse una vez terminada su lectura, aunque sus prestaciones avanzan a pasos agigantados y sus ofrecimientos y posibilidades ni siquiera hoy las adivinemos. El cliente de librería clásica, aún teniendo su “cacharrito lector”, sigue adquiriendo libros en su librería. Quizás en un futuro próximo se equilibren ambas opciones y convivan y ojalá que lo hagan en el mismo espacio: la librería clásica. Ésta tendrá el reto de adaptarse en el conocimiento de los otros formatos ya disponibles y los que, con total seguridad, seguirán viniendo, y la oportunidad por ello de seguir existiendo y continuar teniendo el papel esencial que, a mi entender, aportamos a la sociedad.
¿Qué opina de las librerías tipo Corte Inglés, Fnac o Casa del Libro?
Quizás de las empresas nombradas, la que más se acerca a mi concepto de librería es la cadena Casa del Libro. Las otras dos grandes empresas tienen al libro como un artículo más, sobre todo El Corte Inglés, en una sección más de entre las muchas con las que comercian. El libro es un producto a vender que requiere una atención especial que creo no prestan en estos otros establecimientos.
¿Cuál es el mayor best seller vendido en su librería?
El libro del que más ejemplares he vendido desde que comencé en esta profesión es la novela La canción del pirata del gran escritor gaditano y queridísimo amigo Fernando Quiñones. Fue una obra premiada como finalista del Planeta en el año 1983 y desde entonces puedo cifrar nuestra venta en unos diez mil ejemplares, siendo además la obra de la que más agradecimientos he recibido por la recomendación de su lectura tanto a nivel local, nacional y del extranjero. Más que un best seller, en nuestra librería lo podemos catalogar como un long seller ya que casi treinta años después de editarse lo seguimos vendiendo.
¿Qué personaje de los que han pasado por Manuel de Falla le ha impresionado más?
No llegó a estar en la librería pero sí le visité un par de veces en su casa de El Puerto de Santa María. El personaje es Rafael Alberti. Le recuerdo sentado en su amplio sillón de mimbre. Con su largo y cuidado cabello blanco y su voz profunda que sonaba a poesía hablase de lo que hablase. Recuerdo que en un momento de la conversación le hice saber lo mucho que me agradaba estar delante de uno de los autores españoles más relevantes del siglo XX. Él, después de agradecérmelo, restó importancia a lo escuchado y la explicación que le di es que estaría acostumbrado a escuchar de continuo la misma frase admirativa hacia su persona, a lo que me contestó: sí, pero no todas las voces suenan igual. Me satisfizo mucho escucharle decir eso. Sintió verdad en mi expresión.
¿Suele decepcionar conocer a un autor admirado?
Casi todos los autores a los que he llegado a tratar me han atendido con sencillez y cercanía. Por ejemplo, la primera vez que vino Arturo Pérez-Reverte a Cádiz en calidad de autor, siendo ya un escritor de tirón y grandísima demanda, lo reclamé personalmente a través de la editorial Alfaguara, pues deseábamos que fuese pregonero de la Feria del Libro. Dejé el mensaje en la editora y a los pocos minutos sonó el teléfono en la librería y mi compañero Manuel, que atendió la llamada, me dijo: “Juan, es Pérez-Reverte”. Lo que pensábamos sería imposible, lo facilitó Arturo, pues fue pregonero de la Feria de 1995 y luego ha sido y es visitante y comprador asiduo, teniendo la gentileza impagable por nuestra parte de citarnos en el apartado de agradecimientos de su novela El asedio. Conocer a Gabriel Celaya, a Quino, a Eduardo Galeano, a José Hierro, a Ángel González, a Fernando Quiñones, a Joan Margarit, a Forges y a tantos otros ha sido un auténtico placer.
¿Podría describirnos un día cualquiera en su vida?
Trabajo unas diez u once horas al día durante cinco días y medio a la semana sin que el día y medio restante que queda para completarla venga exento del riesgo de continuidad laboral. Esta estadística no la formulo como una queja, ya que la labor que realizo durante ese tiempo me produce satisfacciones, aunque sí es cierto que me gustaría tener más tiempo libre. Mis pocas horas disponibles transcurren junto a mi familia, realizando actividades como la lectura, ver cine, escuchar música, radio y seguir los documentales de La 2 que me permiten cubrir parte de mi ilimitada curiosidad.
¿A qué le tiene miedo?
No soy una persona que pueda presumir de excesiva valentía aunque sí de echarle valor a las circunstancias adversas que he tenido que afrontar en muchas ocasiones. Todo lo que me rodea me importa y temo el sufrimiento propio y ajeno.
¿Cuáles son sus afinidades literarias?
Aunque no soy bebedor, me remito a la conocida frase de Fernando Quiñones: la novela es whisky con agua, el relato (que no el cuento) es whisky con hielo y la poesía es whisky puro. Serían mis afinidades a resaltar, aunque por curiosidad, por gusto o por el ejercicio de la profesión me asomo a multitud de lecturas.
¿Pesan mucho los libros actuales?
Si te refieres al peso físico he de decirte que pesan “un huevo”. Al parecer las editoriales demandan a los autores novelas de gran extensión para que sea más fácil convertirlas –o intentarlo al menos- en best seller, y claro, la consecuencia es evidente, o mejor expresado: pesada. También es normal que me costase menos trabajo mover una caja de libros cuando tenía treinta años que ahora que casi duplico esa cifra.
¿Cómo ve el futuro de las librerías?
Teniéndose que adaptar a los tiempos que vengan y a las nuevas formas de ofrecer lecturas sin olvidar la que por ahora sigue siendo fundamental: la clásica del libro tradicional. La gestión que tendrá que realizar el librero será ardua. Para superar la crisis que, no queriendo ser agorero, vamos a ver como tarda en aminorar sus consecuencias, tendremos que tener una mucha mayor preparación para afrontar los retos que se nos han presentado ya. Pero sin lugar a dudas lo más importante es que con seguridad total, y pon la siguiente frase en mayúsculas, LAS LIBRERÍAS TENEMOS FUTURO.
Una razón para comprar en Manuel de Falla.
Entrar en un espacio donde vamos a encontrar una selección bibliográfica realizada con una exigencia de mayor nivel que la mayoría de las librerías tienen. Ya he comentado antes que tenemos la seguridad de contar con los clientes más exigentes en materia de lectura de nuestra ciudad, y cuando sus visitas son continuas y sus adquisiciones se suceden es que respondemos a esa calidad de oferta. No dejaré de mencionar un comentario escuchado este verano pasado a alguien desconocido que pasaba por la puerta de la librería y le expresó a quien le acompañaba con evidente exageración: “Esta es una de las mejores librerías de España”. Bueno, quedó para nosotros como una anécdota inolvidable. También con el transcurrir del tiempo y la receptividad que solemos tener con quien nos visita, hemos logrado crear lo que denominamos la gran familia de Manuel de Falla. Sois muchísimos los amigos que me honráis perteneciendo a ella. En una pequeña ciudad estas actitudes se propagan rápidamente y siempre surgen nuevos amigos dispuestos a sumarse como un miembro más a esta gran familia para pasar un rato agradable en nuestro cálido establecimiento. Los mejores y más queridos amigos, que me enriquecen con su amistad, los he conocido en la librería y a través de los libros. De hecho, en la librería tenemos expuesta una frase del escritor Manuel Vicent, con la que coincido plenamente: “Cuando un librero conoce y ama su oficio, establece con el lector una relación muy cálida que es la prolongación natural de la cultura”.
¿Quién es Juan Manuel Fernández?
Alguien al que le gustaría poder suprimir los egoísmos imperantes y las mentiras sobre las que se sustenta la sociedad, así como los malévolos intereses –personales o de grupo- cuyas consecuencias principales son la incapacidad de desarrollo e infelicidad de la mayor parte de los seres que convivimos en el planeta. Y alguien que desearía una oportunidad de existencia y desarrollo para una mujer y un hombre nuevos.
¿Por qué leer?
Posibilita el aprendizaje y la adquisición de cultura. Este conocimiento permite tener criterio propio creciendo en ti la opción de una mayor libertad personal. Porque leyendo viajas, porque enriquece la imaginación, porque te ayuda a soñar y porque puedes vivir la vida de los muchos personajes que pueblan maravillosas historias. Por eso y por muchas cosas más interminables de describir.
¿Leer es vivir?
Cada libro son muchas vidas, así que ¿por qué vivir una sola? Leamos y vivamos. Fernando Quiñones, lector y viajero empedernido, decía con total satisfacción que él por lo leído y viajado había vivido como siete vidas.
¿Cómo se debe leer?
Se debe leer sin voz. Al menos que lo hagas para el público.
¿Qué tipo de lector se considera?
Exigente con el texto y fácil de emocionar con un libro bien escrito. Las frases o las páginas que me hacen sentir suelo volver a leerlas más de una vez. Por ello y por la falta de tiempo, soy un lector lento que invierte bastantes días –hablo a veces de semanas o meses- en la lectura de un libro.
¿Cuál es su sitio preferido para leer?
En el salón de casa o en mi biblioteca-despacho, espacio que tengo adaptado también para trabajar en él. Suelo hacerlo con más asiduidad al acostarme. Pero hay un sitio especial que es la propia librería, donde tengo la oportunidad de leer bastante durante el mes de julio. Es un mes muy relajado en cuanto a la recepción de novedades, y hay menos trabajo. El público que visita la librería suele ser foráneo y sus visitas son más fugaces, aunque es un auténtico placer conversar con muchos de ellos pues escuchas cosas novedosas distintas de las experiencias de los más habituales (a los que antes me refería como miembros de la familia Manuel de Falla). Últimamente he leído dos libros muy interesantes: La fuente y la muerte, del arcense Pedro Sevilla, y Experimentos sobre el vacío, de Nieves Vázquez Recio, con la que me une una relación de profundo afecto.
¿Qué libros está leyendo?
Un poemario titulado El jazmín y la noche, de Almudena Guzmán; En la ciudad subterránea, de nuestro común amigo José María García López; El paradigma digital y sostenible del libro (su lectura la estoy tomando con paciencia) y el último libro de mi querido amigo y común admirador de Serrat, el poeta Luis García Gil, titulado Serrat y Sabina: a vista de pájaro. Algunos otros como los últimos de Trapiello, Cercas o Millás esperan su momento. Me llegan tantos que me pasa igual que cuando entro en una buena pastelería: no sé cuál me comería primero pero sí que me los comería todos.
¿Quién le enseñó a leer?
La persona que recuerdo que más empeño puso en que aprendiera a leer fue mi madre. Evidentemente mis primeros maestros, de los que no recuerdo ni los nombres ni sus físicos, fueron los que me enseñaron. Pero sí tengo recuerdos de cómo en casa, mi madre, reforzaba las horas de clase y era la profesora más tenaz. ¡Cuánto se lo agradezco!
¿Qué libros le han emocionado en su vida?
Entre otros, Don Quijote de la Mancha y Platero y yo. La prosa poética de Juan Ramón me toca la fibra más frágil. Por poner otros no tan clásicos y quizá menos conocidos, los antes citados 84, Charing Cross Road y La fuente y la muerte. Este último me tuvo con la emoción al límite. Hay un libro que tuve que dejar de leer o me moría: Recuerdos de la viuda de Miguel Hernández, de Josefina Manresa, publicado en Ediciones de la Torre.
¿Cuáles son sus autores preferidos?
Cervantes, Pérez Galdós, García Márquez, Vargas Llosa y Fernando Quiñones. Eduardo Mendoza me entretiene mucho aunque en realidad lo que menos busco cuando leo es entretenerme. Y una amplísima relación de nombres más que estarían al nivel de estos citados. Y por supuesto leo con sumo placer lo que publicáis mis amigos escritores gaditanos (entre los que te encuentras), de nacimiento o de adopción. Entre estos últimos, hay uno que tú y yo conocemos bastante capaz de batirse en duelo literario al mejor espadachín de la Corte del Buen Narrar. Todos tenéis mi cariño, el apoyo que desde la librería pueda ofreceros y mi mayor admiración.
¿Cuál fue ese libro que le convirtió en lector?
Sin lugar a dudas, con conocimiento de la nueva experiencia, Don Quijote de la Mancha. Con mucha anterioridad a su lectura, siendo muy pequeño, en mi querida casita de Vejer, mi madre todas las noches recibía una petición antes de dormir: «Mamá, léeme el cuento«. Era el único libro que teníamos en casa y contenía tres cuentos de los que recuerdo sólo un título: Un ojo, dos ojos, tres ojos, de los hermanos Grimm. Ese único libro de casa, sus bonitas e inocentes historias, y la cálida voz de mi madre me hicieron lector sin ser aún consciente de ello.
Otras tres lecturas esenciales para usted.
Don Quijote de la Mancha, antes mencionado. Las mil y una noches, lectura realizada en mis años de forzosa entrega a la patria, vulgarmente denominada “mili”, aunque soy de los que se alinean junto al contenido del libro Ardor guerrero, de Muñoz Molina. Y Cien años de soledad. Recuerdo la satisfacción que me produjo al terminar su lectura. Había leído una obra que de ser escritor me hubiese gustado escribir a mí. Pongo estas tres ya que son tres las que me pides, pero no quiero cerrar la respuesta sin pedir perdón a todos los autores de obras que también tendrían que ser aquí mencionadas.
¿Existe una decadencia de la lectura, de los lectores?
La lectura se ha banalizado algo con respecto a la que se demandaba en mis comienzos libreros. La política de las importantes empresas editoras actuales marca una pauta en la que la calidad de la literatura no es lo que tiene prevalencia. Afortunadamente, y para equilibrar dicha política, aparecen de continuo pequeñas editoriales que aportan novedades muy interesantes de autores nuevos o clásicos, y cuidando con primor la calidad de sus ediciones. Estas pequeñas obras de arte que las librerías de fondo convertimos en unos mesurados best seller con nuestra exposición y nuestras recomendaciones.
¿Cómo se puede fomentar la lectura entre los estudiantes que sólo abren los libros por obligación?
Si supiera responder esta pregunta no me la estarías haciendo. Ya habríamos puesto en práctica la teoría y obteniendo los resultados. Sabemos que desde los profesores y los centros escolares, a las propias bibliotecas y, por supuesto, las librerías, hacemos lo que podemos por intentar acercar los libros a los chicos y viceversa. Tenemos el gran handicap de que encuentran más fácil entretenimiento en los medios audiovisuales y en todo aquello que la electrónica les está facilitando. De ahí la tremenda resistencia que encontramos. El chico se acercará a la lectura cuando descubra en ella la magia de soñar y volar con un libro en las manos.
¿Qué es el libro para usted?
Léase literalmente un medio para vivir y dar alimentos y cobijo a mi mujer e hijas. Y también una fuente continua de emociones y un objeto del que enamorarse.
¿Qué opina sobre el libro electrónico?
Arjjj, ¡me acaba de dar una descarga! Acéptame la broma. Es el presente y ha venido para quedarse. Compartirá futuro con el libro de papel que no desaparecerá. Todo lo que sea sumar en pro de difundir cultura, bienvenido sea.
¿Cuál es su relación ahora con los libros?
Siempre me he llevado bien con ellos pues somos amigos desde hace mucho tiempo. Alguna vez, resabiado, me he acordado de los ancestros de Gutenberg y, como en toda relación, hemos tenido algún desencuentro. Mi vida se ha desarrollado personal y profesionalmente junto a ellos y no me imagino lejos de los libros ni ejerciendo otra profesión.
¿Prefiere los libros recién sacados de la imprenta o los volúmenes con cubiertas raídas y páginas apergaminadas por los años y el uso?
En mis gustos librescos hay capacidad para todo. Bien es cierto que la profesión hace que me desarrolle mucho más al lado del libro recién editado y que nuestra relación con los de viejo, del que también damos servicio en la librería, sea más de forma tangencial. Sí he de decir que tocar y abrir un valioso libro de viejo me causa un gran respeto y lo hago con toda precaución para no sumar deterioro alguno al ya causado por el tiempo. Recuerdo, en una visita realizada a los talleres de los afamados encuadernadores gaditanos hermanos Galván, que estos tuvieron la gentileza de mostrarme un ejemplar con textos manuscritos de Hernando Colón. No me atreví ni a tocarlo. Me conformé con apreciar la cubierta, siendo incapaz de adentrarme en alguna de sus páginas.
¿Visita las librerías de viejo?
En Cádiz, a veces voy a las de Raimundo, único librero de viejo que queda en nuestra ciudad. Cuando viajo fuera entro en aquellas que encuentro de paso. La verdad es que me siento abrumado en ellas y suelo marchar con sentimiento de desasosiego pues dejo atrás mucho de lo que querría me perteneciera. Curiosamente en un momento determinado, y por circunstancias especiales, adquirí una biblioteca que contenía una amplia y rica selección de libros editados muchos de ellos en el siglo XIX. El cumplimiento de una palabra dada y mi interés en que el cuerpo principal de dicha biblioteca pudiera estar a disposición de investigadores en un centro público, fueron determinantes para que me desprendiera de ella no sin gran pesar pues había auténticas joyas.
¿Cuántos libros suele comprar en un año?
Ejerciendo mi profesión, o sea para la librería, muchostantosmil. Como lector suelo adquirir aquellos que deseo formen parte de mi biblioteca personal. Regalo también bastantes a mi mujer, Mari, y a mis hijas Marisi y Rocío.
¿Cuál es su posesión libresca de la que se siente más orgulloso?
No me desprendería por nada de una pequeña enciclopedia editada en 1932 que perteneció a mi padre y que utilizó para sus estudios. De una carpeta que, editada por la Casona de Tudanca, contiene facsímiles de escritos, cartas con sus sobres, cuartillas manuscritas, etcétera, realizados por Miguel Hernández en su época de colaboración con José María de Cossío. La vida, la obra y la muerte del poeta de Orihuela aún me duelen. Le tengo mucha estima, por su implicación en el ejercicio de la profesión, a un libro dedicado al aprendizaje de la gestión de librerías titulado El librero y su mundo, escrito por Castro Fariñas y editado por Paraninfo en el año 1963. Y de un libro único escrito por ciento once autores, también ilustrado por muchos de ellos y objeto de codicia ajena: el libro de firmas de nuestra librería, nacido en los talleres y de las manos de los maestros del arte ligatorio, los gaditanos hermanos Galván. Hay dedicatorias de José Saramago, Francisco Ayala, Fernando Quiñones, Arturo Pérez-Reverte, Caballero Bonald, Carmen Martín Gaite, Joan Margarit… E ilustraciones realizadas por Rafael Alberti, Carlos Edmundo de Ory, José Hierro, Vila-Matas, Luis Eduardo Aute, Forges, etcétera. También admirados cantautores como Serrat, Sabina, Alberto Cortez, Javier Ruibal, Víctor Manuel o el cantaor flamenco Miguel Poveda; los editores Mario Muchnik y Jorge Herralde; o María Kodama y Aurora Bernárdez, compañeras de Jorge Luis Borges y Julio Cortazar, respectivamente. Y muchos más hasta llegar a los ciento once mencionados. Mi enorme agradecimiento a todos ellos.
¿Alguna manía u obsesión con los libros?
En la librería persigo con ahínco que todos tengan un perfecto orden y que se puedan leer sus títulos bien en horizontal, o que la colocación en la estantería permita su lectura de abajo a arriba lo cual permite al cliente no tener que estar cambiando posturas y poder leer más cómodamente sus lomos. El perfecto orden y la total visibilidad de aquellos que ponemos en el escaparate son también objeto de continua y particular atención.
¿Posee ex libris?
No, y la verdad es que me gustaría tenerlo pero diseñado personalmente. No sé si algún día daré comienzo a dicha tarea.
¿Están sus libros limpios de notas y subrayados o los marca de alguna de manera?
Me cuesta un enorme esfuerzo escribir sobre un libro, sólo los que dedico a mi mujer e hijas los escribo con placer, utilizando para ello la página de respeto. Y la verdad es que me gustaría subrayarlos y resaltar aquello que creo oportuno, pero repito que les tengo un exagerado respeto que me impide hacerlo aunque reconozco que es un error. Los realmente buenos y los que me emocionan, en vez de marcarlos yo, son ellos los que dejan marca en mí.
¿Qué opina de ese fenómeno que es la Feria del Libro?
Que son necesarias. Nos ayuda a difundir el libro y la lectura. Vemos en los días en los que se desarrolla caras nuevas de nuevos lectores, distintos clientes a los que suelen visitar habitualmente nuestras librerías y eso es muy gratificante. Cierto es que nos deja muchas veces insatisfechos a los que estamos en la organización o a los expositores, siendo esto positivo ya que es prueba de querer hacerlo siempre mejor para conseguir los mejores resultados.
¿Cuál es el futuro del libro?
Espléndido. Seguiremos disfrutando de este invento genial que transmite el conocimiento del pensamiento humano como ningún otro lo ha conseguido. Tal vez habría que añadir: del libro, en sus diferentes versiones.
¿Hay muchos libros en su biblioteca?
Hay bastantes, y la intención de deducir el número de ejemplares teniendo una selección pendiente de realizar desde hace también bastante tiempo. Hay libros que me regalan los comerciales de las editoriales que se han ido quedando en ella y que no son de mi total interés. Y ya sabemos que los espacios son vitales.
¿Su librería es también su biblioteca?
Como antes dije, la mayor parte de los libros existentes en la librería son elegidos uno a uno y el criterio seguido para la selección es muy personal. La gran mayoría de los elegidos los querría tener en mi biblioteca, por lo que la afirmación a tu pregunta es rotunda.
¿Qué género predomina en su biblioteca?
Es muy variada. La novela, la poesía y el ensayo general, abundando la bibliografía sobre historia de Cádiz. Pero insisto en que es muy variada.
¿Tiene ordenada su biblioteca?
Todo el tiempo que dedico a tener ordenados los libros de la librería me resta del que debía tener para invertirlo en el orden de mi biblioteca personal. Ordenarla es un tema eternamente pendiente.
¿Cómo clasifica su biblioteca?
Procuro tenerlos clasificados por temas, pero no llego a conseguirlo del todo por la cantidad de ejemplares y el poco tiempo que puedo dedicar a su orden.
¿Sólo tiene libros en las baldas o también acumula objetos?
También se acumulan objetos. Regalos recibidos de personas queridas, fotografías u otros objetos que forman parte de mi ser sentimental.
¿Alguna peculiaridad en su biblioteca?
Algo que valoro mucho: una serie de folios sueltos no encuadernados, mecanografiados y con gran cantidad de correcciones manuscritas realizadas por Fernando Quiñones de su obra La canción del pirata, una de las mejores novelas escritas en castellano en la segunda mitad del pasado siglo. Dichos folios me fueron entregados personalmente por el propio escritor.
¿Posee libros heredados de su familia?
Uno solamente: la enciclopedia donde estudió mi padre. Sólo uno pero valioso como una biblioteca entera.
¿Hace expurgo en su biblioteca con frecuencia?
Como antes te comenté, tengo pendiente de realizarlo. Es cierto que alguna vez lo he intentado y casi siempre queda en suspenso ya que llegan las dudas de si dejo éstos o áquellos. También ocurre que me encuentro con alguno que hacía tiempo no había tenido entre las manos y me siento a verlo y leerlo. Total que finalmente sigo dejándolo para otra ocasión.
¿Contiene libros en otros idiomas?
Tengo un valioso libro, publicado en su cuarta edición de 1932, sobre esperanto. En mi adolescencia, vivida en la ciudad de Valencia, me interesé por este idioma universal y lo estudié por un corto periodo de tiempo. Lo poco aprendido fue totalmente olvidado y me apena no haber seguido. Admiro profundamente a quienes dominan varios idiomas, cuyo conocimiento permite acercarse y entenderse con personas de otras muchas nacionalidades. Pero el idioma al que más relevancia le doy, el más importante y que todos deberíamos conocer y practicar es el común del amor universal y para eso también los libros deberían ser herramienta fundamental. Ojalá los avances tecnológicos tan aceptados y utilizados por todos, también lógicamente por nuestro gremio, vinieran acompañados de avances humanitarios que permitieran ese mundo idílico que los utópicos queremos que fuesen para disfrute de todos.
Un librero como Juan Manuel nunca podrá ser sustituido por una aplicación on line. Ojalá sepamos utilizar sabiamente las nuevas tecnologías, que son tan admirables como inevitables, para que no desaparezca con ellas el viejo humanismo. Enhorabuena a ambos por vuestra conversación.
Gracias, querido Juan José, por tu opinión y por tu constante trabajo en pro de la cultura.
Un abrazo.
Juan Manuel
Esperaba con ganas esta entrevista. Para muchos, la Librería Manuel de Falla es nuestra librería de cabecera, convertida en referencia cultural de la ciudad, donde el amor por la lectura y a los libros ha crecido a lo largo de los años.
Sin duda, Juan Manuel Fernández supone el espejo en el que todos nos miramos en la profesión, Mi agradecimiento se queda corto en comparación con todo lo que nos ha aportado, tanto él como su equipo. Gracias y un abrazo!
Gracias, María del Mar. Sabes que siempre todos desde la librería, intentamos gestionar las cosas lo mejor posible y con el mayor cariño. Si encima los clientes y amigos lo percibís y si además, para los que de una u otra manera estáis en esta profesión, os sirve de algo pues mi satisfacción es plena.
Gracias a ti y un abrazo.
Juan Manuel
Excelente entrevista. Solo me gustaría añadir a la misma cuanto he de agradecer a Juan como lector y modestísimo autor sus consejos y ayuda para leer y publicar. «Si buen librero, mejor persona»
Me alegra saber que nuestras conversaciones te hayan sido provechosas. Sabes que siempre en lo que pueda, tendrás mi apoyo. Y gracias por tu generosos comentarios.
Un abrazo.
Juan Manuel
Creo que sería otra persona sin la librería Manuel de Falla y sin Juan Manuel. A Manuel y a él, pero también a su mujer y a Marisi, su hija, les tengo muchísimo cariño.
Querido Pedro: te agradezco tu amistad de siempre y tu generosa colaboración. El cariño es recíproco.
Un abrazo.
Juan Manuel
Juan M. es como el lince ibérico, una bella y rara especie en estado de extinción.
Cuidémosle, porque quererlo, lo queremos,
Gracias por el símil, querido Jesús. Espero que hayas sabido encontrar en la entrevista la referencia que hago sobre ti aunque sin nombrarte.
Un fuerte abrazo.
Juan Manuel
Agradable entrevista. Gracias Daniel y gracias Juan Manuel.
Gracias a ti Gemma. Me alegro te haya agradado.
Juan Manuel
Una de las claves para sobrevivir en los negocios es conocer a tu competencia y sus productos, porque es la única forma de mantenerte actualizado.
Evidentemente, decir que los libros electrónicos solo sirven para narrativa, denota un desconocimiento de su sector como el que tiene la mayoría de los libreros tradicionales, atrincherados en la nostalgia, y pensando que su pasión por los libros les hará inmunes. O eso, o como dice un conocido librero, es que si digo la verdad a ver quién me paga el traspaso.
Agradecerte ante todo, Antonio, hayas invertido tu tiempo en realizar la lectura de la entrevista que tan amablemente me ha hecho Daniel Heredia. A continuación alguna puntualización al respecto de tus comentarios:
El muy acertado primer párrafo es de manual. Podría perfectamente encabezar cualquier decálogo que se centrara en estrategias comerciales. Hasta aquí perfecto. Continuas diciendo algo que creo no has interpretado bien al leer la entrevista pues deduces que yo he escrito que «los libros electrónicos solo sirven para la narrativa» (Al respecto respondo a Daniel en la pregunta cuyo enunciado es: ¿Matará el libro electrónico a la librería clásica? Me remito a la respuesta en toda su extensión para que cada cual pueda sacar la conclusión que crea más conveniente). Si la vuelves a leer verás que no digo literalmente lo que tú redactas. No soy y lo confieso, un experto en las nuevas tecnologías, pero la conclusión que creo se saca de la lectura de las respuestas que tratan sobre el tema, es que no las rechazo ni me niego a utilizarlas. Dejo dicho que la librería tradicional tendrá que convivir con las nuevas tecnologías y que a ellas tendremos que adaptarnos.Ese es nuestro principal reto.
Los libreros tradicionales tampoco nos estamos atrincherando en ninguna nostalgia ni pensamos, como aseveras, que la pasión por los libros -que tanto nos hace disfrutar- nos hará inmunes. Es una afirmación excesivamente simplista. Si así fuese no nos hubiésemos adaptado tecnológicamente ni hubiésemos invertido tanto en ello.
Asegurarte también que mis respuestas han sido sinceras y no encierran ninguna estratagema por si acaso hubiese alguien que quisiera apostar por ese hipotético traspaso del que, segun citas, mi colega librero sí estaba necesitado.
Ya por último, decirte que lo aquí manifestado está escrito sin ninguna acritud y que estaría encantado de recibirte en nuestra librería y, si lo deseas, conversar sobre estos temas en la seguridad de que algo aprenderíamos uno del otro.
Recibe un cordial saludo.
Juan Manuel
Felicidades, Juan Manuel, por este 40 cumpleaños en tan hermoso oficio y gracias por tu colaboración y afecto en tantas ocasiones.
Gracias a ti Ana, pues las colaboraciones y los afectos siempre han sido mutuos.
Un beso.
El apoyo que Juan Manuel siempre le ha prestado a la pequeña Ediciones Mayi, desde sus comienzos, es un gesto que no se olvida. Gracias Juan y gracias Daniel por acercarnos a uno de los libreros más entrañables.
Hola, Ana María. Gracias por tu percepción hacia mi persona. Espero sigas esa línea de editora perspicaz e inteligente y que tus libros nos sigan ayudando tanto a lectores como a libreros. Cuenta que siempre tendrás todo el apoyo que esta pequeña y voluntariosa librería pueda darte.
Mis Felicitaciones. Un libro de pinceladas, sentimientos que permanecen ocultos entre los visillos del ventanal que abrimos.
Añoranzas de la Plaza, mirador de la Bahía, con la ternura de hermosas páginas.
Enhorabuena JUAN MANUEL
Muchas gracias amigo Luis por tu pincelada de arte y poesía. Que sepas que se te hecha de menos por este paisaje.
¿Suele decepcionar conocer a un autor admirado?
Esta es una de las preguntas que más me ha gustado, lamento que la respuesta me decepcione.
¿Qué opina de las librerías tipo Corte Inglés, Fnac o Casa del Libro?
Comparto 100% la opinión. Los libros hay que tratarlo como se merecen.
¡Enhorabuena por los 40!
Intentaré pasar mas a menudo por allí es un sitio que anima a la lectura.
¡Enhorabuena Daniel por las preguntas, geniales!
Hola, Clhoé, y gracias.
Cuando quieras puedes pasarte por la librería y hablamos reposadamente de los autores. Mi experiencia directa y continua con ellos es la que reflejo en la respuesta a Dani. Lógicamente es muy posible que cada uno tenga una opinión distinta de ellos o de alguno en concreto. Mi vivencia es esa y así la he reflejado.
De los placeres que me ha dado el libro, sin duda, el haber trabajado contigo durante mas de treinta años ha sido uno de ellos. Espero verte pronto
Paco, amigo ¡qué alegría! ¿Por dónde andas? Muchas gracias por tu generoso comentario. Mucha suerte.
Querido Juan Manuel:
La vida se hace llevadera con los libros y con la literatura, pero todavía más cuando compartimos todo eso con una persona como tú que ha construido una casa para la amistad en la Plaza Mina, y que además lo ha hecho con esa serenidad del que sabe que al entregar un libro entrega un tesoro inagotable.
Muchas gracias por todo, Juan.
Y muchos besos para Mari, para tus hijas y para Manuel.
Enhorabuena a Daniel Heredia por la magnífica entrevista, a partir de hoy nos quedamos enganchados a tu blog.
Un fuerte abrazo.
Paco Herrera y Mari Carmen Fedriani.
Muchas gracias a vosotros por vuestra amistad, vuestra generosidad y vuestra bondad. Creo que aquel cervantino comerciante con profesión de librero se quedó corto.
Un fuerte abrazo.
Los que tenemos la suerte y el privilegio de tener a Juan Manuel (también llamado por algunos Conde Lucanor) como librero de cabecera sabemos de su buen hacer y de las charlas, no siempre reposadas, que solemos tener a pie de caja.
Todavía recuerdo a Juan Manuel cuando empezaba, con Andrés, en la calle Beato Diego de Cádiz y como poco a poco y a través de los años se fue convirtiendo en mi librero y amigo y como, él lo sabe, lo he echado de menos los años que falté de Cádiz, sin que se me enfade José Luis de la librería Metrópolis de Jaén, y también a Manolo, con el que aprovecho para «rajar» del jefe cuando no está.
Recuérdame que te de dos «cosquis» la próxima vez que vaya por la librería, que será esta semana, por un par de cosas que has dicho en la entrevista, tú ya sabes cuales son.
En resumen que Dios nos lo conserve y damos las gracias por tener libreros y amigos como tú.
Un abrazo
Ángel
Amigo Ángel:
Ha pasado tanto tiempo que la memoria no te ha sido fiel. No comencé con Andrés en Beato Diego. Seguro que ahora sí vas a recordar que mis comienzos fueron con Agustín, en la siempre por mi bien recordada librería Mignon, y en el mismo emplazamiento donde hoy me puede encontrar para darme los dos cosquis por esas respuestas que ya me dirás cuales son.
Muchas gracias por tu apoyo de siempre.
Es un placer tener a Juan Manuel como librero. Y un privilegio disfrutar siempre de su amabilidad y su cercanía.
Inevitablemente… gracias.
Gracias, Fany. Para privilegio el mio por tanto amigos y de tanta calidad.
Magnífica entrevista. Me honra pertenecer a la gran familia de la «Manuel de Falla» y contar con un magnífico librero como tu.
Un fuerte abrazo.
Gracias, Rafael, por tu generosa opinión.
Un abrazo.
No solo es un gran librero. Juan es una grandísima persona y lo demuestra todos los días. He tenido la fortuna de compartir con él alguna que otra presentación y siempre me ha arropado en las firmas de mis novelas. Juan sabe tratar a autores nóveles y consagrados sin distinción. Un hombre que vive por y para la literatura, por y para Cádiz, por y para su gran librería. Un abrazo sincero y fuerte para este hombre. Un buen amigo.
Gracias por tanto elogio amigo Javier. Entiendo que hago lo que debo hacer sin que con ello haya buscado nunca reconocimiento más allá de la amistad con la que buenos amigos como tú me premiais.
Un abrazo.
Una entrevista que no sólo agradecemos los lectores y amigos de Juan, sino que si pudieran agradecerían también los propios libros. Habla de ellos casi como un padre, con sumo cariño, sin apenas distinciones, queriéndolos a todos por igual, aunque tenga sus preferecias, pero sin que ellos se enteren y crean que su estima es la misma.
Un abrazo.
Amigo Ricardo, mi mayor reconocimiento a tu amistad y apoyo durante tantos años. Tú tambien, me consta, sabes rodearte de buenas lecturas y si los libros tuvieran capacidad de agradecer como dices en tu ingenioso comentario, te estarían muy agradecidos por las buenas compañías que le proporcionas.
Un abrazo.
Estamos de acuerdo, bienvenido sea todo lo que sume y se sume a la expresión humana, a veces tan difícil de entender. Pero “siempre nos quedará París”: nada como el espacio íntimo de una librería, escaparate, color, textura, olor y paredes tapizadas por el maestro librero. Una galería donde sí se pueden tocar las obras. Un gabinete para los “libridinosos” que, como tales, no pueden dejar de entrar en la casa de su amante.
Sólo una cosa, el sonido de la voz, solitaria o acompañada, sobre las páginas te hace aún más personaje. Sorprende siempre la arquitectura sonora del pensamiento. Enhorabuena por tu tiempo, tus tiempos y tus luchas.
Al haber varios José Ramón entre los buenos amigos a los que he remitido el texto de la entrevista, adivino el apellido Barros detrás del nombre. La elaborada y brillante arquitectura del texto así me hace pensar. Gracias por tu siempre saber estar y por tus continuas visitas por este lugar libridinoso.
Un abrazo.
Es la primera vez que escribo un comentario en un blog, pero la ocasión lo merece.
Juan, tú ya sabes que la mejor manera que tengo para definir tu actividad es la de llamarte mi librero de cabecera. Y, por ello, quiero dejar constancia aquí, de lo que escribí un día sobre esa casa de la cultura gaditana que es nuestra librería Manuel de Falla: garito de amigos, tertulia espontanea, centro de buenas gentes, almacén de sueños, refugio de melancolías, tienda de regalos, lugar de sinergias…
Felicidades.
Gracias por la generosa amistad que despliegas.
Pepe
PD: seguiremos compartiendo la música callada.
Cómo no ser generoso en la amistad con gente como tú, querido Pepe. Sería muy ingrato por mi parte y la ingratitud consciente no está entre mis defectos.
Gracias por hacer pública una visión tan positiva sobre ésta casa de la gran familia «Manuel de Falla». Gracias por las enseñanzas de tí recibidas, por tu honradez y por ejercer el magisterio en todas tus manifestaciones. Y como dices, junto a nuestro afortunadamente incombustible Marcelino, seguiremos compartiendo la música callada D. José Bergamín Almenara. Un abrazo.
Juan debería ser proclamado Patrimonio de la Ciudad de Cádiz. Y que junto a Manuel de Falla nunca, nunca haya que poner una placa recordando que «Aquí estuvo…» porque eso quiera decir que siempre haya alguien comprando y vendiendo libros con esa clase.
Que siempre estés ahí. Hasta cuando se pueda. y enhorabuena por cumplir tantos años haciendo lo que te gusta, que no todos podemos decir lo mismo.
Amigo Jesús, los patrimonios con esto de la crisis están a la baja. Muchas gracias por ese deseo tuyo que me demuestra tu aprecio. Aquí seguiremos vendiendo libros lo mejor que sabemos hacerlo y con seguridad que en cualquier otra parte y durante mucho tiempo habrá gente que tenga la misma vocación y sabrá mantener encendido el fuego del amor a los libros.
Un abrazo.
He estado todo el tiempo que leía la entrevista oliendo a la librería. Una librería que huele a librería. Y no lo digo con ningún ánimo lírico ni metafórico.
Gracias por todo, Juan, y por muchos años!
Querido Isaac, gracias a ti y lo que dices, que nos sigamos viendo y oliendo durante muchos años.
Un abrazo
Una entrevista increíble, sí señor; digna de aparecer en la carpeta de «Literatura Española actual» de cualquier universidad de letras para motivar al personal a dejar un poco el móvil y abrir un libro.
Tener el placer de pasar la inmensa parte del día rodeado de los grandes clásicos hace del ser «librero» uno de los mejores oficios que pueden hallarse hoy en día; pero si además de ésto, el librero conoce, cuida y mima a todas y cada una de sus «obras prestadas cuya difusión tiene en su poder» y es conocedor del arte de saber guiar al lector y proporcionarle con total seguridad lo más acertado acorde a su búsqueda, hacen del ser librero algo más que un oficio. Sinceramente, lo considero una de las profesiones más bellas y con diferencia; actuar como puente entre personas que vivieron sus propias aventuras y decidieron plasmar sus pensamientos e impresiones hace siglos [o décadas, o años, incluso semanas] y personas «actuales» que desconocen a los primeros; conseguir que gracias a unas elaboradas y cuidadas palabras una persona sea capaz de solucionar un problema en su vida al verse identificado con un autor que le resta importancia al mismo o incluso cambiar la forma de ver la vida de un lector y que encuentre algo mejor entre las páginas de una obra recomendada por el librero.
Por la «pedazo» de entrevista; por ser el mejor librero que conozco; por todos esos libros con inmensas dedicatorias que me ha ido regalando a lo largo de los años, los cuales conservo con cariño; y sobretodo porque es mi tío; felicidades por esos 40 años ejerciendo uno de los oficios más bellos que existen, y .. ¡ya lo celebraremos!
Un saludo para todos.
Sobrina, la fibra, la fibra…
Muchas gracias por tus opiniones y por sentirme tan querido por vosotros.
Muchos besos.
Ante todo Juan es mi amigo.Son muchos años de charlas,reflexiones,diálogos,puntualizaciones,silencios,si,silencios ,como el de la música callada.Su hablar pausado ,monocorde invitan al sosiego ,al relax, al estar en armonía con uno mismo.Pero Juan también es un librero,y como le digo en muchas ocasiones él no es un expendedor de libros.Es un profesional del libro, sabe lo que trae entre manos.Él sabe cuales son mis tipos de lecturas y me las encuentra.Seguiremos mi querido y admirado amigo Juan con nuestras espontaneas complicidades hablando de lo divino y de lo humano.Tú libreria es un pequeño agora griego donde nos vemos para animarnos en esta batalla para que no desaparezca el libro impreso.Ah,no quiero que se me olvide y reirnos Juan que es muy importante.Leer como diría Fernando Savater es una profesión.Gracias,muchas gracias amigo Juan por los muchos ratitos que hemos echado y seguiremos echando.
Marcelino, más que un querido amigo, es como un hermano aunque pocas veces yo le haya llamado así. Curiosamente él sí que reitera esa bonita manera de dirigirse a mi cuando nos vemos: hola, hermano, adiós, hermano. E internamente se lo agradezco pues hay mucha ternura intrínsica en esa manera de hablarme. De ahí que a nadie le extrañe la excelencia y el cariño exagerado que demuestra en su comentario hacia la entrevista. Marcelino, hermano: amor con amor se paga aunque la mayoría de las veces sean muestras silenciosas tan efectivas y expresivas como esa música callada del arte compartido. Mi afecto por siempre.
Mi querido amigo Corsito y Juan Manuel,
He pasado un rato apasionado leyendo la interesante y sugestiva entrevista. Como han escrito otros lectores de este blog que me preceden, se han podido oler los libros entre las preguntas y respuestas. Juan Manuel, es increíble como te quieren tus amigos y clientes, si me permites llamarlos así, de la librería Manuel de Falla. Y creo que te lo mereces de verdad. Aunque personalmente fue durante estas navidades cuando he tenido la oportunidad de entablar relación contigo, a través de la firma de mi libro, como gaditano y lector te conozco hace muuuuuuchos años y sé de tu admirable trayectoria como librero. Como decía el personaje de Casablanca al final de la película, «espero que este sea el comienzo de una hermosa amistad». Felicidades de corazón.
Y a ti, Dani, qué quieres que te diga. Que con entrevistas como esta tu blog sigue creciendo de forma gigante y ya sabes que me alegro como si fuera algo mío. Felicidades y un abrazo caletero.
Amigo Jose: para mi fue un placer tu presencia en nuestra librería con motivo de la firma de tu libro sobre el monumento a las Cortes. Un trabajo que ya comenté a Daniel antes de hablar de la firma, que me parecía excelente. Efectivamente hacía algún tiempo que no te veía pero te recordé de inmediato. Es verdad que nos conocíamos desde mucho antes y me alegro retomar tu relación. Para lo que desees ya sabes donde encontrame.
Un abrazo y gracias por tu comentario.
Me ha encantado la primera pregunta, Dani. Has empezado el «viaje del librero» con un ¡¡boom!! ¡Qué entrevista más positiva, más bonita y desde un punto de vista totalmente distinto! No creo que mucha gente se pare a pensar lo culto, internacional, abierto, que puede ser un librero. Y me alegro que todavía siga el espíritu, amar y aprender del trabajo. Donde estén los libreros, ¡que se quiten los e-books! Me encanta tu originalidad y la empatía que has mostrado en esta entrevista.
Juan Manuel, si me permites decirte que me encantaría ser tu «esponja» personal para absorber todos esos conocimientos… Siento mucha admiración.
¡Enhorabuena a los dos!
Hola, Luisa. Gracias por tu positivo mensaje hacia el creador de éste interesantísimo blog. Él está poniendo toda su ilusión y saberes en el desarrollo del mismo y hemos de animarle y apoyarle. Por lo que expresas además las respuestas te han parecido acertadas y ellos me alegra mucho. Si he conseguido en este caso despertar o reforzar tu interés por la cultura he logrado lo mismo que pretendo llevar a cabo en mi diaria labor de librero. Entiendo que una formación integral y humana es muy precisa y en ello estoy.
Te envío el más cálido saludo.
Me ha gustado mucho la entrevista realizada a mi «librero de cabecera » y amigo por el que siento profunda admiración y con cuya amistad me honro.Muchos libros de mi biblioteca han salido de la librería Manuel de Falla que frecuento con verdadera ilusión con mucha frecuencia.Es un gran profesional y le prohibimos jubilarse hasta que no pasen otros cuarenta años.Gracias Juan por tu profesionalidad y sobre todo por tu amistad.Enhorabuena.Un abrazo de Enrique Maestre.
Don Enrique, después de desearme otros cuarenta años de profesión, me planteo si realmente Vd. me tiene aprecio.
Gracias, Enrique, muchas gracias por tus cariñosas palabras. Ojalá pudiera estar otro periodo igual que el vivido cosechando amigos como tú. Tener una legión de amistades con los que estar y conversar con ellos es un verdadero lujo y es uno de los resultados más positivos que he tenido en el ejercicio de mi profesión. Gracias por tu apoyo de siempre y que nos sigamos viendo aunque sea fuera de la librería esos otros cuarenta años que decías. Un fuerte brazo.
No voy a contar de nuevo la inicial impresión que me causaste en los primeros años que viví en Cádiz (por 1981 sería). Tampoco voy a contar lo que me dijo un contertulio sobre tu pericia librera sobresaliente. Lo que yo sé es que Cádiz, para mi, sería menos atractiva si casi debajo de mi casa no hubiera un amigo con libros que siempre está al loro de mis apetencias librescas y que nunca se niega a una charla por muy intrascendente que sea. ¡Con amigos así da gusto! (Entre los amigos, incluyo a tu mujer, a Manuel y a tu hija mayor. La pequeña, pobrecilla, ya me sufrió por otros motivos y no sé si, por ello, me considerará «su amigo» más que en FB. ¿Soplaste las 40 velas de la tarta de letras? ¿Las apagaste todas? Pues que sigas soplándolas por muchos años, ¡Felicidades!
Sabes del mucho aprecio que se te tiene a ti y a nuestras queridas Inma y Gracia. Todos, incluida mi hija pequeña que sabe de tu magisterio, sentimos por vosotros cercanía y admiración. Y cuanto agradezco además tus visitas pues siempre terminamos riéndonos.Terapia económica y muy necesaria.
Bonito eso de la tarta de letras. Pude apagar las 40 velas pues al mismo tiempo que soplaba también lo hacían multitud de amigos queridos y entre todos logramos cerrar el aniversario cumpliendo todos las exigencias que el ritual requería. Mi reconociento total por el apoyo y cariño, amigo José Luis.Muchos besos para las guapas de la casa.
Querido Juan Manuel,
entro muy tarde en esta página… siempre corriendo! Pero, en esta mañana de «cenizas», la disfruto en calma. ¿Qué puedo decir de un librero-amigo qué se ha convertido en un amigo-librero? ¿Qué puedo añadir a lo que voces tan autorizadas y afectuosas ya han dicho? Juan Manuel es mi librero, el que me busca (y encuentra!) esos títulos tan rarísimos que le pido y el que me informa de novedades mucho antes de que las páginas especializadas lo hagan. Porque, Juan Manuel, tú no vendes libros, tú eres librero. Y eso lo sabemos todo el mundo. Por eso, tu librería, vuestra otra casa, acogió el despertar de mi hija a la letra impresa, al mimo y disfrute de un cuento mirado y remirado en el suelo de Manuel de Falla. ¡Así eres!
Un fuerte abrazo
Muchas gracias querida Inma por el cariño que desprendes en tu escrito y por el continuo apoyo que siempre he tenido en vosotros. Para mi es un placer y una grandísima satisfacción teneros tan cerca física y afectivamente. El recuerdo de la observación de la pequeña Gracia (y de tantos chicos y chicas) con un libro en las manos, asombrada con los dibujos y los colores de los libros infantiles, es una de las consecuencias más gratas que he experimentado a lo largo de estos años de librero.
Gracias por vuestra amistad y cariño que sabeis correspondido.
Si como bien dice Daniel Heredia «el oficio de librero es de los más útiles y hermosos que existen», Juan Manuel lo desempeña con extraordinaria maestría y cariño. A poco de hablar con él te va a contagiar sin duda el amor desmedido que siente por los libros.
Enhorabuena querido amigo por esos 40 años. Extraordinario librero y mejor persona.
Un abrazo.
Amigo Damián, compañero de aventuras y desventuras en tiempos de «ardores guerreros» ¿LLegastes a leer el libro Antonio Muñoz Molina?
Cuanto me alegra seguir manteniendo tu amistad. Y no es fácil si no se guarda este mútuo cariño que nos profesamos pues han pasado 37 años durante los cuales nos hemos visto muy pocas veces. Gracias por tus comentarios hacia el librero y la persona, ambos se rinden a tu generosidad. Un fuerte abrazo.
Enhorabuena, Juan Manuel por tu 40 aniversario como librero, la verdad es que cuando me enteré no me lo creía pq aparentas tener mucha menos edad, y eso que, como tú bien dices en esta entrevista, tu tiempo libre lo dedicas a actividades sedentarias y no haces deporte; te conservas muy bien.
Pienso que con los tiempos que corren deberías tener una pág. web de tu librería, pues posees ejemplares muy interesantes tipo tesis y libros publicados por autores relacionados con la UCA sobre el Cádiz fenicio, romano, etc que podrías vender a través de internet a personas:
a) que como yo tengamos un horario comercial como el tuyo y no podamos acercarnos a tu librería en horario abierto al público.
b) personas que vivan fuera de Cádiz, hay muchos gaditanos que han emigrado (raro, no???) y se han tenido que ir a «buscar las papas» fuera y que les haría ilusión comprar libros sobre su ciudad, etc.
c) historiadores, estudiantes de otras ciudades de España (Europa, Hispanoamérica…) interesandos en el mundo fenicio. Tienes mucho stock y de muy buena calidad sobre este tema, yo te he compardo muchos libros cuando vivía fuera de la provincia, claro que te los compraba en vacaciones cuando volvía a Gades.
No es lo mismo comprar un libro del tipo «La Saga Millennium» que te lo puedes encontrar en cualquier librería, pq está hasta en la sopa, que ir a tu librería y bucear tranquilamente entre libros más específicos. Este tipo de libros ni los puedes encontrar en el Corte Inglés ni se los puedes encargar a tu novio en el caso de que no vivas en Cádiz porque son libros que no sabemos que existen (autores desconocidos…) y si tuvieras una página web bien organizada (hay cada librería caótica en internet que alucinas,vecina) atraerías a una nueva clientela y venderías muchísimo más.
En resumen: enhorabuena Juan Manuel y a animarse a hacerse visible en el ciberspace!!!
Muchas gracias, Coca, por tu sabio consejo. Es cierto que hay que hacerse todo lo visible que se pueda , más en estos tiempos difíciles que estamos transitando, y abrir la librería a todos a través de la ventana de una web . Gracias también por tu opinión sobre nuestra oferta librera que siempre hemos cuidado con esmero y que es nuestro principal valor. Espero saludarte a no mucho tardar por la aludida ventana.
Un cordial saludo.
¡Felicidades! Juan Manuel por este magnífico aniversario que nos congratula a todos los que te apreciamos y nos importan los libros. Gracias por hacer posible que lleguen a nuestras manos. Para mí (Reyes) ha sido un placer descubrir que compartes el cariño y la admiración por Miguel Hernández. Te deseamos lo mejor.
Amigos Reyes y Chano, muchas gracias por vuestra amistad y por vuestro cariño a los libros. Ojalá ese proyecto que teneis y del que hemos hablado bastantes veces termine siendo realidad aunque ya sabemos de su gran complejidad. Y Miguel y sus libros siempre presentes.
Un fuerte abrazo.
Chico, menudo pedazo de entrevista. Esto lo intentas publicar en un diario y te la cortan por la mitad… o la echan a la papelera.
Pues sí amigo Álvaro. Es un «peazo» de entrevista. Al parecer al menos a los amigos, no les ha cansado demasiado. Y es que tanto Dani como yo tenemos amigos muy generosos.
Un cordial saludo.
Enhorabuena Juan Manuel. Desde que te conocí, en aquella otra inolvidable Librería de Agustín Ollero, más que presentirlo, tuve la certeza que eras un librero de raza. Son muchos los libros de mi biblioteca que han recorrido el camino desde tu librería a mis estantes. Posiblemente Cádiz sin tu librería no sería la misma «ciudad de los sueños» ,porque has enriquecido nuestro patrimonio con tus libros y tu amistosa, enriquecedora y cotidiana presencia.Y enhorabuena también a Daniel por esta entrevista a la altura de tu cálida personalidad. Un abrazo, Manolo
Amigo Manolo, gracias por tu más que generoso comentario. Eres de los que desde el principio has estado ahí apoyándome, siempre cercano y afable. Ojalá que entre todos sigamos construyendo esa «ciudad de los sueños» en torno a los libros y la amistad.
Un abrazo para ti y un beso para Eloisa.
Maravillosa entrevista. He pasado un rato buenisimo leyendo las preguntas y las respuestas. Me parecía estar escuchando directamente a Juan Manuel. Comprar libros en Manuel de Falla es un gustazo. Solo hay un problema, que a uno le gustaría llevárselos todos… Un abrazo y enhorabuena, Juan Manuel.
Me alegra te haya gustado la entrevista amigo José Antonio. Dani las pone a «huevo» y así es fácil. Muchas gracias por tu opinión sobre nuestra librería. Y en cuanto a problemas para llevárte todos los libros, yo no veo ninguno. Camión en puerta y a cargar, ya nos pondremos de acuerdo en lo demás.
Un fuerte abrazo.
Querido Juan, porque sigas siendo durante mucho tiempo parte genuina de la Plaza de Mina, de nuestra ciudad, de esa parte de nuestro conocimiento que nos tranquiliza porque sabemos que permanece y no cambia…Librería de cabecera: qué bonitas palabras y cuánto buen contenido encierran…Magnífica entrevista, magnífico entrevistador, magnífico entrevistado…
Como hace algún tiempo que no nos vemos no puedo dejar de referirme a lo que siempre te digo: ¿conoceremos algún día el resto de los mortales las secretas logias por las que transitas cuando localizas ejemplares descatalogados imposibles? ¿participaremos algún día de tus mágicas bases de datos agendadas en ancestrales páginas de doble pauta?
Con toda mi admiración y cariño un fuerte abrazo.
Juan Ramirez, otro «histórico» de los libros y de amistad. Te agradezco enormemente tu apoyo de siempre. Con gente como tú es aún más grato el cumplimiento del deber. Ese es el único secreto para transitar en la búsqueda de esos descatalogados imposibles que citas. Si hubiese otro secreto es posible que habite en esas páginas de doble pauta y yo mismo lo ignoro. Quizás sean ellas las que consigan la magia y yo sea solamente el intermediario que se lleva los parabienes.
Gracias eternas, amigo Juan
Gracias a todas/os por vuestros comentarios y mil millones de gracias a Juan Manuel Fernández por dinamizar este foro de lectores y de amigos. ¡A LOS LIBROS… en Manuel de Falla!
Amigo Daniel, me alegra enormemente que nuestra entrevista, como las anteriores, haya servido para dar a conocer tu fantástico blog a mucha más gente amante de los libros y de la lectura. Gracias por crearla y por el esfuerzo en aportarnos los estupendos contenidos que en ella reflejas.
Un fuerte abrazo.
Estimado Juan Manuel, quizá repita algunas de las ideas que se han escrito ya en los numerosos comentarios anteriores, pero no me resisto a felicitarte. Por tu profesión entendida como vocación; por tu oficio de selección, rigor y calidad de lo ofertado en tu librería; por tu militancia por el libro y la lectura. Comparto contigo esa pasión por la lectura y el libro, y estoy convencido que con personas como tu, la librería tiene mucho futuro. Enhorabuena, Daniel, de nuevo, por tu trabajo, excelente.
Muchas gracias, Javier, por tu comentario. Gracias también por tu labor de editor
pues las librerías como la nuestra que pretendemos tener esos fondos de calidad para ofrecer dignos productos culturales, estamos muy necesitadas de esas interesantes novedades que pones a nuestra disposición. En definitiva que vamos navegando en la misma parte de este gran barco o si lo prefieres, de la góndola.
Un abrazo.
Muy bonita entrevista, Dani. Y esa novela que cita José Manuel, recomendada por mi madre, se la mandé yo desde aquí. Me alegro de que también le gustara a él. Muchos besos
La vida es siempre una conjunción de casualidades, querida amiga. Y es maravilloso que así sea. Muchas gracias por tus palabras. Más besos.
Juan Manuel, sin duda esos cuarenta años de profesión librera y la forma y actitud en que la has vivido, te convierten en memoria cultural viva de Cádiz. Un cronista cuyo elemento divulgativo es el libro. No debiéramos perder ese acervo acumulado, esa vida hecha palabras escritas que han pasado por tu sensibilidad. Gracias por tu amor a la cultura materializada en libro. Espero tus memorias.
José María, agradezco enormemente tu comentario y las palabras que con tanto afecto en él viertes. Es muy estimulante, más en estos tiempos de declive cultural, que alguien de tu capacidad y lecturas, tenga esa impresión de mi persona y de mi trayectoria librera. Es cierto que he puesto mucho empeño y trabajo, pero cada vez estoy más convencido de ser alguien que tuvo la suerte de estar en el momento justo en el lugar acertado y que luego se ha visto acompañado y respaldado por una gran cantidad de buenos amigos que son los que todavía propician seguir abriendo las puertas de esta segunda casa gaditana para muchos que es nuestra librería. Es para mí un honor tenerte entre los miembros de esta gran familia que sustenta esa apertura diaria. Si algún día este trajín librero me lo permite, no descarto afrontar esas memorias que esperas. De nuevo, gracias.
Juan ,te pido disculpas no había visto esta entrevista hasta hoy 30.04.17, por ello aun que sea con retraso prolongo lo que en tantas ocasiones hemos hablado en ese agora de la cultura que es tu,nuestra libreria.Juan,como yo le llamo, no es un expendedor de libros como el que vende tabaco,es un profesional librero como la copa de un pino, sabe mis gustos,solo leo ensayos y siempre me tiene preparado lo que sabe que me va a atraer.Las personas como Juan ,más bien introvertidas tienen una gran vida interior ahí dentro de su ser habla con sus escritores favoritos como el recordado Fernando Quiñones
Muchas gracias por sus palabras, Marcelino.