César Antonio Molina, poeta, ensayista y traductor.César Antonio Molina, poeta, ensayista y traductor.

Hay mucho de lo que hablar con César Antonio Molina. Mucho y con fundamento. Porque su inteligencia afilada martillea en la cabeza de su interlocutor con ideas que nacen de la reflexión. Pero Molina no puede ser por entero revelado debido a su apretada agenda. La entrevista se realizó por correo electrónico, y el resultado final es mucho más breve de lo que hubiese deseado cualquier persona con curiosidad. No obstante, tras dialogar con este hombre amante del silencio y de carácter melancólico, a uno le queda la impresión de haber escuchado las opiniones de un amigo sensato dueño de una lucidez deslumbradora.

Usted ha hecho del conocimiento la primera fuente de placer de su vida. ¿Por qué?

Porque es lo que me ayuda a vivir mejor y lo que me ha dado la posibilidad de vivir de la manera que más me gusta.

Se doctoró con una tesis sobre el periodismo literario. ¿Ha muerto ya el periodismo?

No ha muerto, pero se está transformando en otro tipo de periodismo. Era inevitable teniendo en cuenta la llegada de las nuevas tecnologías.

La idea del destino, del azar, de la nada, del silencio, el mundo de los monasterios, de los monjes, es algo que le interesa mucho. ¿Por qué?

Porque el silencio, la meditación y el pensamiento forman una parte esencial del ser humano. Vivimos rodeados de demasiado ruido y demasiadas cosas que entretienen nuestra vida y la falsifican.

Decía Rimbaud que el poeta ha nacido para soliviantar a los infiernos. ¿Cuáles son sus avernos particulares?

El entender por qué está uno en el mundo y por qué se tiene que ir de él sin saber los motivos.

Ha reconocido que siendo ministro, seguía escribiendo poesía. ¿Son compatibles ambas cosas?

La poesía ha sido siempre compatible con cualquier etapa profesional de mi vida y lo sigue siendo en la actualidad.

La Casa del Lector es…

Un centro internacional para la investigación, el desarrollo y la innovación de la lectura que centra toda su actividad cultural: exposiciones, conferencias, mesas redondas, presentaciones, teatro, proyecciones de cine, cursos, seminarios, actividades infantiles, etcétera, en el mundo de la lectura.

¿Adónde quisiera viajar y aún no ha podido?

A Japón.

¿Cómo es un día habitual en su vida?

Me levanto muy temprano para leer y escribir y luego voy a Casa del Lector donde paso, prácticamente, todo el día con la excepción de cuando tengo que dar clase en la Universidad Carlos III. Y todos los días le dedico varias horas a la lectura y la escritura.

¿Cuáles son sus próximos proyectos literarios?

Publicar el libro de ensayos Cultura y poder y también toda la poesía reunida. Y continuar escribiendo poesía y completar los tomos de memorias de ficción.

¿Escribir es una forma de entender el mundo?

Sí, quizás la más aproximada.

¿Sigue una disciplina/rutina para escribir?

Tiene que ser de manera cotidiana porque es un hábito exactamente igual que el de la lectura.

¿Cómo tiene la imaginación?

Repleta de ideas, con poco tiempo de contarlas todas.

¿Utiliza cuadernos para tomar notas o lo hace todo por ordenador? Si es así, ¿qué tipo de cuadernos utiliza?

Utilizo los cuadernos de toda la vida, los Clairefontaine.

¿Tiene alguna superstición a la hora de escribir?

No.

¿Corrige mucho?

Sí, incluso en las pruebas de imprenta, varias veces.

¿Ordenador o a mano?

Primero a mano y luego a ordenador. Para mi es fundamental el ejercicio con la mano y ser yo mismo quien compone las palabras, que es como un ejercicio de dibujo y pintura a la vez.

¿A quién le deja leer sus manuscritos antes de ser editados?

A algunos amigos.

¿Dónde escribe?

Siempre en casa o bien en la cama o en una mesa traída desde la India hace 30 años.

¿Cómo es ese sitio?

Es una habitación con un balcón desde el que se vé El Retiro.

Una razón para leerlo, señor Molina.

Para poder dialogar conmigo y, a través de mi escritura, con muchos grandes maestros de la Cultura de todos los tiempos.

¿Por qué leer?

Porque es la manera de aprender y tener conocimientos y quien más aprende y más conocimientos adquiere tiene la posibilidad de ser más útil y más feliz.

¿Cómo se debe leer?

En silencio, con atención, subrayando y de manera permanente y continuada.

¿Cuál es su sitio preferido para leer?

En los mismos lugares donde escribo porque pienso que esas grandes obras que estoy leyendo, de alguna manera, transpasarán parte de su saber a mis propios libros.

¿Cuántas horas diarias dedica a la lectura?

En torno a tres horas al día entre semana y se triplica los fines de semana.

¿Quién le enseñó a leer?

Mi padre.

¿Qué libros le han emocionado en su vida?

El primero del que tengo consciencia era una versión abreviada de Las excavaciones de Troya, por Schliemann.

¿Qué tipo de lector es?

Crítico.

¿Qué libro no ha sido capaz de terminar de leer?

Crearía muchos conflictos pues algunos de los autores están vivos.

¿Cómo se puede fomentar la lectura entre los estudiantes que sólo abren los libros por obligación?

Eligiendo los libros que más les pueden interesar a su edad, comentándolos con ellos y reprendiendo a los padres y maestros de primaria y bachillerato por no haber hecho esta labor fundamental. Y por ese motivo, Casa del Lector, intenta cumplir con ese papel.

¿Qué es el libro para usted?

Quizás uno de los objetos más extraordinarios que ha creado la Humanidad. Una maravillosa obra de arte en sí misma.

¿Quién le educó en el amor a los libros?

Mi padre y mi abuelo paterno.

¿Prefiere los libros recién sacados de la imprenta o los volúmenes con cubiertas raídas y páginas apergaminadas por los años y el uso?

Todos.

¿Dónde suele compra los libros?

En las librerías.

¿Visita las librerías de viejo?

Por supuesto. He recorrido medio mundo arrastrando infinidad de libros comprados en ellas. Y con la pena de no disponer de más dinero para comprar algunas joyas que he visto bastante asequibles, aunque no lo suficiente para mí.

¿Cuántos libros suele comprar en un año?

Más de 500.

¿Cuál es su posesión libresca de la que se siente más orgulloso?

Muchos libros dedicados por autores que para mí han sido esenciales como Octavio Paz o Kundera y un gigantesco etcétera.

¿Alguna manía u obsesión con los libros?

Querer tenerlos todos.

Sus libros están todos subrayados y manoseados.

Sí, todos están subrayados.

¿Tiene libro electrónico? Y si es así, ¿cuál?

Sí, un paperwhite de Kindle.

¿Cómo luchar contra la copia ilegal de libros electrónicos?

Como la sociedad lucha contra todos los robos.

¿El libro en papel será en el futuro un objeto de lujo?

Probablemente.

Su biblioteca es…

El corazón de mi casa.

¿Cuántos volúmenes contiene?

Más de 50.000 libros, dado que tanto mi mujer, Mercedes Monmany, como yo llevamos toda la vida dedicándonos al mundo de la cultura y la escritura. La mitad de estos libros están ahora en la Biblioteca de la Diputación de La Coruña como un legado que hemos querido hacer a mi ciudad. Ahí irán a parar también el resto de libros y documentos que hemos reunido en toda nuestra vida.

¿Cuál es el número idóneo de libros para su biblioteca?

Cuantos más, mejor.

¿Qué género predomina?

El ensayo literario, la novela, la poesía, la filosofía, historia de las religiones, libros de cine, de arte, de música…

¿Cómo clasifica su biblioteca?

Por orden alfabético de los autores.

¿Sólo tiene libros en las baldas o también acumula objetos, fotografías u otro tipo de fetiches?

Hay muchos objetos traídos de viajes por todos los sitios.

¿Alguna peculiaridad en su biblioteca?

Como decía antes, la cantidad de libros dedicados, primeras ediciones y una gran colección hemerográfica de revistas literarias del siglo veinte de muchos países.

¿Hace expurgo en su biblioteca con frecuencia?

Nunca.

¿Qué biblioteca ha visitado y le ha fascinado? ¿Y por qué?

He tenido el privilegio de visitar las excavaciones de la Villa de los papiros de Herculano y de ver los papiros que se encontraron en la única biblioteca de la antigüedad que se conserva, y que están en la Biblioteca Nacional de Nápoles.

¿Qué biblioteca le gustaría visitar?

La antigua de Alejandría, la de Pérgamo o la de la Villa de los papiros en su momento. He tenido la suerte de estar en la Biblioteca del Congreso de Washington y quedarme admirado de encontrarme allí con todos mis libros. Un país que cuida de semejante manera el saber y el conocimiento tiene que ser el primero en el mundo.

César Antonio Molina (La Coruña, 1952) es poeta, ensayista y traductor, con una copiosa obra publicada que supera la treintena de títulos. Profesor universitario intermitente, gestor cultural, ha dirigido el Círculo de Bellas Artes de Madrid y el Instituto Cervantes entre 2004 y 2007, año en el que se incorporó al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero como Ministro de Cultura. Estuvo en el cargo hasta 2009. Actualmente dirige la Casa del Lector en Madrid.